Me desperté y me puse a estudiar como de costumbre, apenas hablaba con mi madre estaba enfadadisima conmigo, pero no podía remediarlo, llevaba tres semanas sin hablar con Álvaro pero tres semana hablando día si día también con Saúl.
Llamaron a la puerta, pero ni me molesté en bajar, hasta que escuche su voz la querida voz de mi padre, bajé corriendo y al verle me lancé hacia el y le abracé con fuerza y estaba segura de que traía buenas noticias.
-Que tal estás campeona?-me pregunta frotándome la cabeza.
-Mejor estaría contigo.-Y note la mirada asesina de mi madre clavada en mi.
-Uf veo que el ambiente está caldeado.-rie
-Como para no estarlo.-añade mi madre.
-Anda anda dejaros de tonterias, Laura te apetece si vamos a comer por ahí?-Dice guiñándome un ojo.
-Perfecto, voy a prepararme!-Digo con entusiasmo.
-Esta niña está descontroladisima Juan Carlos, haz algo.-Escucho decir a mi madre.
-No creo que lo esté, entiendela es un cambio en una etapa de su vida complicada.-responde mi padre como siempre entendiendome a la perfección.
-Lo va a dejar con Álvaro por un niñato que ha conocido en un grupo de estos que tiene todo por la culpa del fútbol.-Me entraron ganas de bajar y gritarle cuatro cosas a mi madre pero no quería empeorar las cosas.
-No creo que sea cuestión del fútbol, déjala es joven y está en etapa de esperimentar y si se tiene que equivocar mejor que lo haga por si sola y que aprenda.
-Como siempre dándola la razón.
No pude aguantar más y me encerré en el baño, no me apetecía escucharles más, en concreto a mi madre.
Bajé y llevaba mi rojiblanca puesta porque sé que a mi padre se sentía orgulloso cada vez que me la ponía.
-Sabes que no me gusta que lleves esta camiseta por aquí, esto no es Madrid.-Reprocha mi madre.
-Dejala honorando los colores di que sí mi niña.-me dice orgulloso.
Y una vez más doy las gracias por tener a este padre.
-Nos vamos.-Le digo.
Me llevo a un sitio estupendo a comer.
-Que quieres? Pide lo que quieras.-me dice mi padre.
-Mmm, la verdad que no se tiene buenísima pinta todo!.-Exclamo.
Pedí unas chuletas con patatas riquísimas al igual que mi padre.
-Oye hija, me ha dicho mamá que estás teniendo problemas con Álvaro y mira es tu vida y tú eres lo suficientemente mayor como para saber lo que hacer y si te tienes que equivocar hazlo como hemos hecho todos.
Mi padre siempre sabía lo que decir en cada momento.
-No se que te habrá contado mamá pero no conocéis a Álvaro.-digo seria.
-Hija conocemos a sus padres desde el instituto le hemos visto crecer es como de la familia creo que le conocemos lo suficiente.-responde.
-No no le conocéis!-Exclamo.-prefiero no hablar de este tema.
-De acuerdo ¿y que te parece si pasas la semana santa conmigo en Madrid?-pregunta.
- Como? En Madrid? Pero no te ibas con Sonia a Italia?
-El viaje puede esperar pero el pasar tiempo contigo no.-me dice agarrándome la mano.
-Te quiero mucho papá.
-Y yo cariño.-Y me da un beso en la frente.
Salimos de aquel restaurante y fuimos a dar vueltas conociendo Barcelona.
Volvimos a casa y el se tenía que ir.-Papa quédate a dormir y mañana te vas porfiiiii.-le ruego.
-No creo que a tu madre le haga gracia.-dice riendo.
-Puedes quedarte.-añade mi madre indiferente.
-Ves ves ves.-le exclamo.
-No quiero que Sonia se preocupe.
-puf.-resopla mi madre y suelta una risilla por lo bajini.
Mi madre no se llevaba nada bien con Sonia y lo que menos le gustaba es que yo me llevase tan bien con ella y que mi relación con mi padre sea mejor que mi relación con ella. Y no lo admite pero se que aún quiere a mi padre y el la quiere a ella pero el ha conseguido rehacer su vida cosa que mi madre no, está tan centrada en su trabajo que no ve lo que hay alrededor.
-Mama para.-añado.
-Laura cariño qué tal si me esperas arriba.-ya no era una niña pequeña, de pequeña siempre que me mandaban a mi cuarto empezaban a discutir. Me quedé en las escaleras para escuchar la conversación.
-Que sea la última vez que suspiras así, no es mi culpa que estés sola porque no te aguanta nadie.-dice mi padre muy enfadado, hacía mucho que no le veía así.
-Ay Juan Carlos Juan Carlos, no te das cuenta de que no me haces daño, que me da igual lo que digas ahora entiendo porque tú hija dice tantas gilipolleces ha salido a ti.
-Creo que también es tu hija y deberíamos de intentar llevarnos bien aunque sea solo por ella.
-Sabes que no me gusta Sonia y punto, cuando estuve con Miguel y a ti no te gustaba me hacías lo mismo.
-No le menospreciaba como tú haces, no estaba celoso como lo estás tú, simplemente me preocupaba por ti porque le conocía y conocía como era y yo te quiero mucho como para que te hagan daño, pero sabes cual es tu problema que te crees que nadie te quiere y acabaste pasando de mi y así te fue.
Miguel era un compañero de trabajo de mi padre que estuvo un tiempo conociendo a mi madre que acabó siendo un cabronazo.
- Mira dejémoslo ya, mañana vuelves a tu vida y yo a la mía, puedes dormir en la habitación de invitados.
-Oye María, puedo pedirte algo.
-Si es una tontería ahorratelo.
-No, claro que no lo es, me gustaría que mañana ya que tu no trabajas que comamos todos juntos Laura, Lorena tu y yo hace mucho que no estamos todos juntos y me apetece un montón. No lo hagas por mí hazlo por ellas.
-A no,no lo siento pero no por ahí no paso.
-Bueno ya se que no eres capaz de mover un puto dedo por tus hijas.
Veo como mi padre se dirige hacia las escaleras y corro para entrar a mi habitación y disimular, hacer como si no hubiese escuchado nada como hacía de pequeña. Pero derrepente oigo a mi madre.
-Juan Carlos! Espera. Creo que tienes razón.
-Bien María, creo que tenemos que cerrar cosas que quedaron abiertas.
Veo como mi padre se acerca a mi madre la agarra de la mejilla y la empieza a acariciar acerca la cabeza de mi madre a su pecho y la da un abrazo. Se que todavía se tienen un cariño incondicional.
Mi padre sube hacia el cuarto de invitados pero antes pasa por mi habitación para darme un beso y las buenas noches.
-Buenos noches mi niña.-dice con voz muy tierna, me recordó a cuando era pequeña y aún vivían juntos.
-Buenas y rojiblancas noches.
Se dirige hacia la puerta, se queda unos segundos parado frente a ella.
-Pasa algo?.-le pregunté
-E no nada, duerme bien.
Supongo que al igual que a mi me recuerda a esos tiempos a él también y es inevitable no sentir tristeza, la separación de mis padres fue bastante dura y los momentos en los que discutían tanto más aún.
En ese momento al recordarlo todo me puse a llorar no pude evitarlo.
Pero bueno solo me quedaba pensar en semana santa y en qué iba a ir a Madrid y en la comida de mañana.Mi teléfono empieza a vibrar miro la pantalla, Álvaro? Qué quiere ahora? Son casi las tres de la mañana...
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ROMPIENDO DISTANCIAS
FanfictionHOOOLAAA OS TRAIGO UNA NUEVA HISTORIA CARGADA DE SORPRESAS ESPERO DE CORAZÓN QUE OS GUSTE ME VOY A ESFORZAR AL MÁXIMO Y TENGO MUCHISIMAS GANAS!!!