Ahí estoy, si, ahí. Nuevamente. Pensé que ya no lo haría, pensé que simplemente ya no tendría la necesidad. Pero el sentimiento volvió, las ganas desenfrenadas de hacerlo volvieron. Prometí! O mierda, prometí no volver a hacerlo, me dije a mi mismo "no es la salida" "eres mas que toda esa mierda"; pero ahí estoy. Estoy con mi cigarro, con música y esa cosa en mis manos. Esa cosa que al tocar mi piel hace que se libere, que todo comience a liberarse !Expresion¡. Lo recuerdo, así suelen llamarle, una maldita expresión que sale de una manera que no quiero, pero necesito expresarme, necesito derramar el dolor, llenar el vacío. Y lo encuentro allí, en ese momento, siento que mi dolor desaparece con más dolor, que mi vacío se llena. Hacia tiempo no sentía esa necesidad ¿porque? ¿Porque ahora tuvo que volver? o tal vez, jamás se fue?. La verdad es que no lo se. Yo creí estar bien, creí que todo iba bien. Vida social, amigos, familia. Oh si ¿la universidad? Bien, de eso no me quejo. Pero ¿que?.Tiene que haber un maldito porque a todo esto!. Pienso, buscó, trato de pensar más. En algún lado! En algún maldito lado está la maldita mierda!. Oh si. Ya se! Es el, claro, es el. Ese amor fugaz que promete y cruza sus dedos detrás. Claro, esa es la respuesta. El, es su culpa.
Pasan los minutos, miro fijo mis ojos a través de mi espejo, mi cigarro se consume. Sigo pensado. No, no es el. No puede ser el, no es un motivo. Si, tal vez contribuyó un poco. Tal vez fue quien derramó la gota que hizo estallar mi vaso... oh si, ese vaso. ese vaso que hace años viene llenándose, pensé que no tenia límite. Juro jamás me percate de que estaba tan lleno. Pero en fin, no podía ser el. El vaso estaba lleno antes. Podría haber sido el, la vecina, una discusión en el mercado de la esquina, una mala calificación. Cualquiera podría haber sido excusa. En si yo ya sentí la necesidad de descargarme, se que no opte de la mejor manera. Pero diablos! Porque lo siento así. Porque me gusta tanto! ¿adicción? Si. Tal Vez. Tal vez es esa sensación de autosatisfaccion que tanto buscamos como seres humanos. Mal buscada, pero me llena. Me gusta. La disfruto.
SOLEDAD. Oh fuck! Esa maldita palabra. Juro que no puedo oírla. "Estar solo". Oh dios! perdón por llamarte, yo no creo ti. Pero "estar solo". Prefiero la muerte, no le temo a ella. A ella no. Pero a esa palabra, soledad. Mi cabeza asimila rápidamente, y en instantes aparecen los sinónimos. Sufrimiento. Sufrir. Eso, eso es!. Miedo. Miedo a sufrir. Miedo a estar solo. Pero tan solo dime, como lo controlo. Como hago. No puedo, no quiero ni imaginarlo. Soledad, sufrimiento, dolor. Son un trío perfecto. Un trío tan perfecto que podría llevarte a una suave y profunda muerte en vida.
Observo mis heridas, sangran. Oh diablos! Porque se siente tan bien. Que tiene de especial, y esa música? Esa música sonando que puedo sentir cada dolor de cada palabra. Vuelvo a mirar. Mis ojos dicen algo, observó más fijamente. Vacío. Un vacío lleno de personas, de sonrisas fingidas, de momentos fingidos, de vida fingida. Veo más adentro. Si. Claro que si! Ahí estoy. Sentado. Mirándome. Con música de fondo. Solo. En mi soledad. Y detrás? Que hay detrás? La vida. Esa vida. De la cual no me siento parte. Un la cual no me encuentro.
Corro rápidamente mi mirada, algo me distrae. Oh si, es mi alarma. Son las 6 PM. Debo ir a la universidad. Rápidamente frotó mi cara con mis manos, buscó mi remera, de manga larga, obvio. Y salgo a la calle ¿mi rostro? Una gran sonrisa. Y así, vuelvo, así nada mas regreso a esa rutina, esa rutina en la que aprendes a ser un producto, donde te ponen etiquetas, donde te agrupan en estantes por categorías. Donde el minúsculo acto de piedad se ve borrado por una gran masa de condiciones. Así vuelvo, día tras día, a la "vida".