Es un día de otoño, el viento seduce a las hojas de los árboles y las atrae hacia él para transformarlas en pequeños remolinos donde danzan delicadas mientras el viento es suave y tierno.
Pero como todo otoño, todo cambia, cambia la fuerza del viento, en un segundo se vuelve fuerte y brusco, ya no le agrada el danzar de las tiernas hojas en una ronda sensual y cariñosa a su alrededor, de repente sus caricias a las hojas son reemplazadas por brutos movimientos que las empujan hacia abajo donde las recibe la húmeda tierra, donde se acumulan olvidadas, abandonadas, donde se van convirtiendo en barro, alimentan a los árboles y se repite el mismo ciclo con las miles de hojas.
Los colores de esas hojitas son la manera en que viven y sobreviven al amor, la manera en que expresan este sentimiento que a todos nos ha dejado el alma rota. Como una hoja que posee los colores oscuros pero intensos, rojo y café, son los tonos de las pasiones más bajas en el fondo del corazón del hombre.
Entonces, mientras estoy observando como se pone el gran sol, los tonos del atardecer me incitan a pensar en él, él es como el viento, me subió al cielo, es tan poco decir simplemente "cielo" que lo reemplazaría por "espacio", y un instante despues sin darme cuenta estaba cayendo de vuelta hacia la realidad fuera de esa cruel ilusión, y yo... yo soy una de las miles de hojas que cayeron como consecuencia del amor desperdiciado en alguien que no corresponde a su tan puro e inocente sentimiento.
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Somos Luz De Estrellas
PoetrySimples pensamientos y emociones que aguardan desesperadamente por salir a la superficie ... Aquí, donde desahogarme ...