Reflexiones

La flor marchita

Era el huerto más hermoso
Que brillaba en el lugar
Lleno de flores de bellos colores
Y el aroma a bienestar.

Las mariposas blancas
Volaban sin parar
Y las abejas de la miel
Zumbaban por doquier.

Era el huerto más hermoso
Que existía en verdad
Pero todo esto cambió
Cuando una semilla al campo cayó

Era extraña e indefensa
No tenia con quién estar
Pero el huerto más hermoso
De ella fue a cuidar

La puso sobre su tierra
Y nutrientes le vino a dar
Porque el huerto más hermoso
Quería verla germinar

Fue así como sucedió
La semilla pronto brotó
Con una pequeña flor
Tan bella como el sol

Paso a paso fue creciendo
El nuevo ser que aquí cayó
En el huerto más hermoso
El más grande y bondadoso

Al principio era gentil
Como las flores del jardín
Pero su rebeldía fue salir
Cuando a todos fue invadir

El huerto más hermoso
Imaginó que era normal
Debe querer socializar
Pensó el huerto en el lugar

Sin embargo no fue cierto
Lo que el huerto iba diciendo
Porque la flor cómo el sol
A todas ellas traicionó

Sus raíces se extendieron
Hasta las orillas del huerto
Atacando a cada flor
Y ocupando su extensión

Las flores que sobrevivían
Luchaban cada día
Pero la flor de la hipocresía
No se daba por vencida

A medida que avanzaban
Sus raíces se encarnaban
En el cuerpo de cada flor
Desapareciendo sin aliento.

El huerto más hermoso
No podía con el monstruo
Pero este se alegró
Ver sus amigos en acción

Primero fueron las abejas
Levantando las flores doncellas
Y para la perversa de todas
Fue una grata sorpresa

Una trompa fue a sacar
Horrorosa y sin parar
Que absorbiendo a las abejas
Se tragó las indefensas

Las mariposas blancas
Que siempre volaban sin cesar
Fueron espantadas
Desapareciendo hasta el final

La flor maligna gozaba
Pues todo el espacio llenaba
Y como una gran vanidosa
Dichosa sentía su victoria

Sus pétalos eran muy bellos
Si cuerpo rodeado de espinas
Pero era una flor marchita
Por su alma de malos destellos

Para ello todo era el cielo
Nada que fuera un sueño
Pero el cielo que había creado
Pronto quedaría arruinado

No había compañeras con qué estar
Las abejas extintas sin polinizar
Y aquellas mariposas blancas
Nunca se volvieron a encontrar

Este inmenso ser
Nunca pensó en su poder
Que solo utilizo sin pensar
Que a ella misma fue a matar

Ese huerto hermoso
Donde la vida era tesoro
Fue totalmente devastado
Por esta flor llamada humano.