❝Drunk Love ❞

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One Shot 2: Amor embriagador.

Una vez más se encontraba en el mismo escenario de hace un año: la gastada soga atada a un fuerte tubo metálico que sobresalía del techo, la mirada perdida del de ojos esmeraldas tratando de procesar lo que realizaría a continuación, sus manos tambaleaban con nerviosismo y su mente siendo inundada por vagos y horribles recuerdos.

Navidad. Fecha donde la depresión del ruloso se intensificaba a más no poder al observar a la gente celebrar la con memorable noche con sua seres queridos. Seres queridos;  ¿desde cuándo se había vuelto una palabra que contuviera veneno para Harry?

Se había parado con desicion sin despegar su mirada de la cuerda, apretaba con fuerza sus puños al recordar los horribles momentos que pasó en su vida: una de las razones por las que estaba a punto de suicidarse.

1. Sus padres: murieron cuando Harry tan solo tenía quince años de edad. Un fuerte golpe al ruloso.

2. Gemma, su hermana: la abandonó al ver que ella debería cuidar del pequeño Harry al ser ella la mayor, dejándolo solo en la calle.

3. Louis Tomlinson: su primer amor de Harry, al tener diecisiete años estaba seguro de su orientación y pudo comprobarlo al ver al se ojos azules, así que no tardó en pedirle ser su novio, aunque tal parece que su amor no fue correspondido de una buena manera.

4. Anette Williams: a sus cortos veinte años, había por fin salido del closet con sus compañeros de la Universidad pero tal parece que con eso fue suficiente para que el mundo lo odiara, en especial esta chica, quien lo insultaba y lo trataba pésimo durante lo que restaba de la escuela.

5. El amor: después de lo sucedido con Louis, no perdía la esperanza de encontrar al amor de su vida, pero pareciera que esta tratando de encontrar al que rompa su corazón y no quien este ahí para volver a armarlo, nadie estaba dispuesto a hacerlo.

Lo único que le quedaba era su viejo y pequeño bar situado en el centro de la ciudad, no podía quejarse, ganaba demasiado dinero cuando hacían un evento ahí mismo, pero eo dinero no llenaba aquel vacío que sentía Harry que le faltaba, el necesitaba un poco de amor, algo que nunca consiguió.

Pasó con frustración sus manos por su cabellera, se estaba arrepintiendo pero para el era un signo se debilidad y un acto masoquista al querer seguir aguantando su miserable vida.

Al caminar hacia las diminutas escaleras sabía que después de unos minutos su respiración se cortaría y su cuello sería apachurrado entre la rasposa cuerda dejándolo sin vida, lo que siempre quiso desde que cumplió dieciséis años. Sus manos sostuvieron con fuerza la cuerda, pudo sentir un poco de dolor al notar lo desgastada que se encontraba su fuente de suicidio, dio un último vistazo hacia la puerta mientras que con lágrimas en los ojos dirigía su mirada hacia la cuerda.

"Hasta nunca, cruel mundo" murmuró y colocó en su cuello la cuerda, la ajustó demasiado haciendo que suspie aliviado,  iba a saltar hasta que escucho una estruendosa voz.

"¿Hola?¿El bar se encuentra abierto? "Había preguntado un hombre al otro lado de la puerta al no notar la presencia de una persona.

Rodó los ojos con fastidio y desató el agarre que había realizado hace poco, bajo con pesadez de las escaleras y caminó a regañadientes hacia el bar.

Abrió con fuerza la puerta y miró a la persona quien había solicitado su presencia, Harry tragó saliva al ver a un joven chico que podría jurar que no sobrepasaba de los veinticinco años;  piel pálida, ojos celestes, estatura ub poco más pequeña que la de el, labios con un rosado intenso dándole una tierna imagen al hacer juego con su piel blanca, solo faltaban unas alas detrás del chico para así darle más razón a tanta belleza en una sola persona.

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