Mi pequeño revoltoso

Sueños

El inicio

Desde muy pequeña supe a lo que realmente quería dedicarme, era maravilloso pasar horas y horas dibujando casas y edificios imposibles** o bien armando y desarmado torres con legos. Con eso en mente y la ayuda de quien creyó en mí, me orienté a la arquitectura.
Y finalmente, después de 5 años de esfuerzo y sacrificio logré culminar una de mis grandes metas. Aunado a eso venía un atractivo puesto como becaria en el despacho del reconocido Arturo Oviedo y la oportunidad de dejar la casa de mis padres... Pero...

- Loreta! Te lo digo de una vez, esa no es vida para tí, -resonó la voz de mi madre desde la cocina al comedor- estás acostumbrada a tener tres comidas al día y un techo bajo el cual dormir. Compara eso con estar de sol a sol en una obra, rodeada de "gente de trabajo" y comiendo lo que puedas y donde puedas.... además estarás recorriendo el país sin tener nada fijo, siendo así, cómo es que piensas conocer a un buen hombre?
La oyen también? Esa persona es Anne Blaine, mi adorada, perfecta, correcta y prolija madre. Y ese fue su eterno discurso respecto a mi futuro; para ella, sólo hay un camino a seguir: "Tener una profesión femenina  (educadora, asistente educativo o algo afín), conocer al hombre ideal, casarse, dejar el trabajo y ser la madre y esposa que la sociedad espera y reclama"
En fin. Sin importarme nada y con los ahorros que reuní durante mi carrera universitaria tomé mis cosas y me aventuré a mi primera odisea por mi propia cuenta.

La reunión

El arquitecto resultó ser un hombre súper simpático, increíblemente creativo y por su puesto una digna figura de autoridad.

- Loretta, lindura,  adelante pasa, pasa. Te estaba esperando - fue su recibimiento en cuanto asomé la cabeza en su despacho.
- Arquitecto, encantada de conocerlo, su trabajo ha sido mi inspiración durante mis años en la Facultad - contesté atravesando el umbral, sintiéndome maravillada por su despacho... momento,  arrepentimiento instantáneo... había jurado no actuar como groupie y fue lo primero que hice, empezamos mal Lottie, tranquilízate
- Jajajaja, normalmente no recibo gente tan encantadoramente animada y con tan buenas referencias como tú, es refrescante - me responde con sonrisa afable - presiento que trabajaremos muy bien
- Muchas gracias - aliviada siento regresar los colores a mi rostro - permítame mostrarle mis diseños
- No no no, por ahora déjame mostrarte la oficina y nuestros proyectos....

La estadía

Todo parecía ir sobre ruedas, me encantaba la sensación de estar al aire libre, de poder opinar y modificar plazas y edificios a mi entera decisión, conocer personas y lugares maravillosos. En resumen, el sueño de mi vida se estaba haciendo realidad, pero era demasiado bueno para ser verdad....

Una mañana, fui despertada por el todo de llamada asignado a mi hermana en lugar de la alarma...

- Lottitta!!!!! Por. Qué. No. Me. Lo. Dijiste??????
- Decirte qué? Angelina, son las 4:30 de la mañana, no tengo idea de que estás hablando - respondí confundida frotando mis ojos - además sabes que odio ser llamada "Lottitta"
- Hablo de tu compromiso, grandísima estúpida! 
- Compromiso? - de momento el sueño me abandonó por completo - Que hizo mamá? Y con quien? Marianito, el hijo de su mejor amiga? Jorge, el sobrino de la monja? Cla....
- Momento, mamá no tiene nada que ver aquí, esto se acaba de poner raro, dame un segundo y te enviaré la noticia por whats...

*Ping*

Abro el enlace que llegó a mi teléfono y la mandíbula se me cae hasta el piso

** Una nota final, lo de los edificios imposibles y el hacer a Loretta arquitecta se me ocurrió mientras  leía "Alena" de Giselle Swarzkopf :3