DISCULPA, aún no soy legal.

Climax

Luego de estar totalmente apenada por aquella situación me quedé esperando a Madison afuera de la habitación.

- ¡Aahahhhhhhh yees! ¡J'adore sa bouche, bebelo tous! -  se podía escuchar fuera del cuarto, Madison no disimulaba en nada el hecho de tener sexo con alguien. Eso es algo privado...

Salió de la habitación en bragas y sujetador, venía acomodandose el cabello.

Me saludó de beso en mejilla izquierda y mejilla derecha, vaya costumbre.

- Oh cariño ¿Escuchaste eso del final? Esa chica tiene un don, nadie que no sea ella me hace llegar. - dijo señalando aquel cuarto del que provenia. Esta chica es tan explícita. -Pero dime ¿Que necesitas, pequeña?

- Ahhh, Evan me dijo que me prestarias un bañador, ya que no tengo por que actualmente me mudé.

- Cariño, no se si los modelos que yo uso te acomoden. - mencionó tomando mi mano y llevandome a un cuarto lleno de ropa.

- ¿Madison?

- Dime, cariño.

- Sigues en sujetador y bragas - dije señalando estas últimas.

- Mi amor si tienes un buen cuerpo no veo por que ocultarlo.

Llegamos a un cuarto lleno de bañadores, todos mostraban en absoluto.

-Mira este, preciosa. - tomo uno entre sus manos y me lo estaba mostrando, pero era muy escotado para mi, apenas tengo tetas como para mostrarlas.

-Muy escotado... - son lindos pero no son mi estilo.

-Creo que tengo uno que usaba en Octavo grado, era mi favorito, y tu, muñeca, tendrás el honor de ocuparlo. - Dijo sacando este. Era perfecto. Discreto pero revelador a la vez, me gusta.

-¡Es perfecto! Pero, ¿Donde puedo cambiarme? - dije observando de reojo el lugar.

-Ven a mi cuarto, belleza. Por aquí. - tomó mi mano y me guió hasta ahí.

- Bueno, con permiso. - entré a el.

-Muñeca, ahora regreso, ire por algo de beber, ¿gustas?

-Claro. Sin alcohol, por favor.

- Si claro, ¿Y tú, cariño? - Dijo gritando a la chica que hace un momento estaba dentro de sus piernas.

- Por que no, mojito doble. - dijo una voz muy familiar.

- ¿Crees que no lo sé, cariño? - mencionó para consiguiente retirarse.

Voltee para ver quien se encontraba en el cuarto conmigo, y era Scarlett...

- ¿¡Que haces aqui!? ¡Con ella! - dije gritandole.

-Tranquila, era un favor.

- ¡¿Desde cuando tener sexo se considera favor?!

- Desde que Dios me otorgó esta lengua.

- Eres una asquerosa - reí ya que comenzó a sacarla y  hacer movimientos extraños con ella.

- Como sea, quitate la ropa - su mirada era seria y sus ojos caidos, ella se encontraba en la cama con sujetador y pantalones.

- ¿¡Disculpa!? ¡No quiero tener sexo contigo!- ¿estaba hablando enserio? Puede que sea mi amiga pero estaba totalmente loca.

- Estás adelantando las cosas, hey, te lo digo para que te pongas el bañador.

Se levantó de la cama y me abrazó por detrás, su respiración se encontraba en mi cuello. Era totalmente extraño y nuevo para mi.