HoSeok se sentía extraño, pero muy feliz. No sabía cuantos vasos se había tomado de ese elixir. Sus compañeros platicaban y bailaban con él, en especial esa chica de nombre JiSoo.
Estaba en medio de la pista bailando algo con un ritmo muy pegadiso cuando logro visualizar a JungKook sentado hablando con alguien que no conocía. Gritó su nombre y salió corriendo para abrazarlo.
—No sabría que vendrías Kook.
El pálido alzó una ceja en gesto de burla. Jum, novato.
—Yo tampoco sabría que estarías aquí Seok.
—Chanie me convenció, oh, estoy interrumpiendo?
—No.
—Sí.
HoSeok explotó en carcajadas, se presentó y luego JungKook le dijo que el pálido era YoonGi y compartían clases los lunes y miércoles en Dibujo y Artes plásticas. El —demasiado— alcohol que llevaba HoSeok en el cuerpo pareció esfumarse al escuchar las palabras de su amigo.
—Oh... Y-yo... Creo que es hora de que me vaya iré por ChanMi.
Salió disparado de ahí, sin siquiera decir adiós. YoonGi sintió que su rostro le era conocido, y sabía que lo había visto en la Universidad, pero era un rostro de otro lugar. Terminó su vodka y salió del lugar, evitando al pelinegro que seguía coqueteándole.
Se despidió de YiJong, quien tenía a un chico sobre sus piernas, le entregó un poco de verde. Encendió su motocicleta y se marchó a otro lugar, pero a unas cuadras se encontró con el chico que había llegado a salvarlo del pelinegro.
—Oye, y tu amiga?.
—No losé.
La noche no estaba tan fría como ambos esperaban. YoonGi le tendió su casco.
—Tenías que ir a tu casa no? Vamos.
El pelinegro sin saber muy bien lo que sucedía tomó el casco y se lo colocó, tal vez aún tenía demasiada de esa bebida en el sistema, pero sintió un extraño cosquilleo en cada una de sus extremidades.
—Sujétate.
Por la mañana HoSek tenía un dolor de cabeza insoportable. Su alarma parecía querer matarlo de tan estridente que era. Se dirigió al baño y luego a la cocina. Las 8 su abuelo aún no despertaría por lo que decidió empezar a preparar café, luego comenzó ampreparar lo necesario para el desayuno.
YoonGi despertó pasadas las dos de la tarde. A su lado se encontraba una nota
"Llámame cuando quieras repetir 21*-***"
Se levantó con cuidado, sus cortinas estaban cereadas así que decidió dejar las así, tomó un baño con agua caliente y marcó a un restaurante para que le trajeran su desayuno, comida y cena del fin de semana. Cuando estaba por desayunar recordó al chico pelinegro que llevó a su casa.
—Ssssh abue duermmme.
—Ja, de dónde eres mocoso?
—Gwanju, y yo no tengo mocos.
—Bien, ahora ve a dormir y dile a abue que por la mañana te dé un café bastante cargado antes de dormir.
Gwanju.
No le gustaba recordar aquel lugar por lo que se dispusó a preparar su café amargo y leer el último libro que tenía pendiente.
💜💙💚💛❤️
Ya no me siento hospitalizada lol :3
