Julio de 1958, era una tarde lluviosa, el perfumado y frío cuerpo de mi amada yacía sobre las mórvidas y ya mojadas calles de la ciudad.
Su nombre: Caroline, edad: 22, ojos: azules, profesión: prostituta.
Así es Caroline era entre todas las mujeres que conocía la mas hermosa, la más inteligente, sus atributos eran tantos; que si se tratasen de escribir en libros, ni el mismo mundo fuese capaz de contener tales obras.
En esta tarde una serie de sentimientos me invadían: odio, ira, amor, estupidez, en fin era una cascada de emociones que nunca eh sentido ni sentire, al verla degollada como una pobre corderito, me había intrigado la idea de quien sería el maldito que le arrancó las alas a esta dulce paloma.
Aún recuerdo la primera vez que nos conocímos yo era apenas un joven inverve y sin sueños, mi vida no había sido nada de maravillosa, mi padre; el comodoro Smith; trataba de que estudiase en una de las mejores universidades de Paris, en cambio mi madre, la condesa Alice, que prefería que estudiara pintura en Italia, en fin la constante dispusta entre ellos hacía que mi vida se hiciera mucho menos aburrida, así como por la administración del dinero de la mansión, todo en la vida de esta adinerada familia parecía seguir su rumbo.
Cierto día se organizó una fiesta para los hombres y mujeres de la alta sociedad, estar rodeada de tanta gente gorda, calva, preponderante y prejuiciosa; me causaban las suficientes repulsiones como para enviar toda su diplomacia por el toilette.
Entonces empece a observar entrar por la puerta a las familias mas importantes del mundo: desde los Thompsons hasta los Schimitzer, cuando entonces la ví entrar, la jovencita mas hermosa que nunca había observado en toda mi vida, sus ojos oscuros como las profundidades del mismísimo oceáno, sus cabellos, largos y oscuros cabellos resaltaban sobre su hermosa y tersa piel blanca como los diamantes, y sus labios puertas del suspiro eran señal clara de su inocencia, su hermoso vestido púrpura escarlata quedaba simple ante su muy significante belleza, no se si bastaran las palabras para describir su belleza, la misma palabra hermosura queda tan corta como para describirla, era el momento preciso, para acercarme a ella y cortejarla, pero el destino se burla de mi, en mi cara, como si miles de bufones hicieran cháchara en mi funeral, decidí retirar mi antifaz como señal clara de mis intenciones, cuando se interpuso una melena rubia de hermosos cabellos fragancia a manzanilla, su nombre era Elizabeth, hija de un rey o príncipe de algún lugar que sabía; empezó a hablarme de sus aspiraciones y metas personales, de cuantas cifras era su pensión mensual, tal vez eran diez u doce, no recuerdo, entonces empezó a parlotear y parlotear, hasta que la campanilla, que indicaba la hora de comer, me salvó de tal arpía, cuando todos nos disponíamos a comer empezaron con los tan clásicos y molestos brindis, entonces la observe de nuevo, se encontraba a siete mesas de distancia, sus ojos entonces empezaron a jugar con los míos, su mirada era fría y calculadora, la mía en cambio era juguetona y dulce, que despues pasó a convertirse en disgusto debido a la distancia, luego empezó el baile, ¡oh que dulce oportunidad!, lamentablemente no pude verla más en toda la noche, me retire al balcón principal donde solo mis lágrimas me acompañaban, escuche a alguien decir mi nombre y al dar la vuelta la ví a ella, pero era mi padre el que me llamaba, al parecer la familia de Caroline tenía negocios con la mía, entonces me despedí con un beso en las manos más dulces y suaves que jamás había sentido.
Cuando los invitados se estaban despidiendo, los bufones decidieron presentar un acto de despedida, un anciano que había tomado mucho brandy, desequilibró a uno de ellos que se impactó contra la chimenea provocando que se consumiera en llamas, que mórvidos recuerdos aquellos, donde pasaba de ser alguien importante a un pobre, pues mi casa se incendió despues de aquel incidente con el bufón y el brandy.
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Me enamoré de una prostituta
AdventureUna aventura llena de emociones, ella: hermosa como peligrosa, una historia que les costará la vida a más de uno, adentraos en el mundo de un joven aventurero y enamoradizo.