Capitulo 30

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*** Narra Naiara ***

-"Hola Naiara, bueno como se que eres super inteligente, ya se que sabes quien soy y lo que quiero"

-"Eres un maldito traidor" -le digo por teléfono, solo con escuchar su voz se quien es -"Más te vale que no le hayas hecho nada"

-"No, no le eh hecho nada"

-"Más te vale, porque si le llegas a hacer algo..."

-"Solo tienes 24 horas"

-"¿24 malditas horas?, ¿crees que robar esas sustancias es fácil tarado?, ¿Sabes cuanta vigilancia a aumentado gracias a tus juegos de ladrón mal hecho?"

-"Vamos, dos cabezas piensan mejor que una y se que tu primo esta de tu lado"

-"Necesitaría más tiempo, que si se llegan a enterar de que los traicionó sera mi fin"

-"Se que te las arreglarás"

-"Eres un maldito idiota, estúpido"

-"Sin ofender preciosa, no queremos que le pase algo a Aylin verdad"

-"Deja de amenazarme con ella, maldito cobarde"

-"Tienes 24 horas, seguiremos en contacto"

-"No tienes idea de cuanto te odio maldito"

-"También te quiero"

Me cuelga y yo quiero golpear a alguien

-¿Qué paso? -dice Said y le golpeó el hombro con todas mis fuerzas -MALDITA SEA, NAIARA, ¿QUÉ TE PASA? -me grita

-Lo siento Said, es que me hablo el que tiene a Aylin

-¿Y quién es?

-Erick

-MALDITO SEAS -grito -QUIERO GOLPEAR ALGO -digo empuñando mis manos muy fuerte

-No te desquites con migo, tienes la mano pesada, deja el coraje a un lado, tenemos que sacar las ampolletas que nos esta pidiendo 

-Maldito traidor, Naiara, sabes que es una fortaleza entrar ahí, ahora imagínate sacar la sustancia, tu papá contrató a más guardias

-Ya lo se, pero solo tenemos 24 horas, así que andando

Caminamos hasta el laboratorio, después de que nos revisen, vamos al elevador y pulsamos el piso de producción, llegamos y vamos hasta la puerta roja del final del pasillo

-¿Hay alguien? -le pregunto

-Nadie -confirma Said

Ambos nos giramos y tecleamos el código para entrar a la puerta, nos metemos y cerramos detrás de nosotros

-Esto es enorme, ¿dónde lo encontraremos? -dice Said abriendo los ojos al entrar a la habitación -Esto es más grande que todas las oficinas juntas

-Said no seas exagerado

-Hay Naiara, esto es enorme

-¿Dónde están los demás?

-No lo se, pero el destino esta a nuestro favor

La puerta se habré de repente, Said y yo giramos con cara de espanto

-¿Qué hacen aquí?

Said y yo suspiramos al ver que es Mark

-Nada -le digo y comienzo a caminar a los pasillos

-¿Qué hacen? -le pregunta Mark a Said

-¿Le podemos contar? -grita Said y vuelvo hasta ellos

-Nada, solo nos mandaron por una ampolleta -le digo

-¿Quién te mando? Se supone que todos están en junta -dice con una sonrisa de lado al descubrir que le estoy mintiendo

-¿Desdé cuando tengo que darte explicaciones? -le pregunto a la defensiva

-Desde que te metes aquí, no seras tu la que se roba las ampolletas ¿o si?

-¿Qué?, ¿Cómo te atreves a decir eso? -le digo

-Tranquila Nai -dice con una sonrisa

-No me digas Nai, dime Naiara -le digo seria

-Perdona, no pensé que te molestará -dice un poco triste

-Simplemente no me llames así

-Tranquila Naiara, ve y busca las ampolletas -me dice Said

Asiento con la cabeza y me meto por un pasillo, por suerte se su nombre, hay miles y miles de ampolletas, todas por cajas, jamás terminaré, de pronto al final del pasillo veo una caja especial, es de cristal y hay ampolletas sin caja, todas perfectamente acomodadas. Camino hasta ellas y efectivamente son las que busco, pero tiene llave y romperlo no es buena idea.

-¡Uy! Yo que tu ni lo pensaba -dice Mark haciendo que después un pequeño salto del susto

-Me asustaste, ¿por qué llegaste así? -lo fulmino con la mirada -¿Dónde esta Said?

-Tu papá llego y lo esta entreteniendo -dice serio

-¿Qué? -le digo asustada

Mark suelta una carcajada

-¿De qué te ríes tarado?

-Es broma -dice riendo más fuerte -Hubieras visto tu cara

-¿Te estas burlando de mi? -le digo muy seria y lo fulmino con la mirada

-Lo siento -dice poniendo cara de perrito mojado

Esta vez yo soy la que me suelto en carcajadas y luego los dos estamos a carcajadas

-Necesitas irte -le digo ya seria y esta vez hablando muy enserio

-Te quiero ayudar -me dice

-¿Said te contó? -le digo molesta

-No me dijo nada, no te preocupes, solo quiero ayudarte, quiero que confíes es mi

-Te digo algo

-¿Qué?

-No confío en nadie

No te atreverías (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora