Paseos nocturnos.

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Deben ser tonterías, pero para mí no. El poder de un paseo nocturno pocos lo conocen. El abrazo cálido rodeado de fría noche. Las estrellas me susurran, la luna me acaricia. Mis pensamientos enloquecen al conocer sus deseos. ¿Hay verdad en sus suspiros? Dicen que puedes saber si alguien miente por su mirada, pero, ¿Cómo saberlo de las estrellas? Mis recuerdos debaten la respuesta, pero averiguarlo está en mí, solo en mí. ¿Hacer algo incorrecto es correcto?¿Puede serlo? Gélido viento transforma mi piel en simples segundos. Diferente tacto, diferente sensación. Todo me dice que sí. ¿Por qué habrían unas estrellas de mentir? Mis deseos anhelan un sí. Momentos decisivos, instantes errados.
Desaparecer.
Una simple palabra, una simple orden, entonces, ¿Por qué cuesta tanto? No existe una estrella con pensamientos robados por miradas confundidas.
¿Y si cambiamos el sujeto?
Entonces cambia, lo ves, está claro. Ya sabes lo correcto. Sabes que les ayudas, que lo desean, lo necesitan. Sacrificarse por el bien común está bien visto según la ocasión. Que sea el deseo del cielo nocturno no es una buena excusa, aunque lo sea para ti. Confrontación de pensamientos, ¿Ahora lo ves? Una vez decidas tu bando no hay vuelta atrás.
Empieza el juego.

Secretos a las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora