FAMILIA MORGENSTERN (FINALIZADA)

CAPÍTULO 18: TE AMO MICHAEL WAYLAND

POV.ROBERT

Me encontraba yendo a la Plaza del Ángel.

Las nubes en el cielo demostraban que llovería en cualquier momento, pero no me importaba.

¿Cómo pude terminar gustando de él?

No solo eso, me enamoré de un hombre que es mi Parabatai.

¿Sí ya no siente lo mismo?

Ahora que lo pienso bien, Alexander debió sentir lo mismo.

Tan solo pensar en eso lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos.

Miré hacia arriba para no llorar, por poco y no funciona.

Decidí sentarme en el borde de la fuente.

Mis hijos y Maryse me odian.

Más Alexander; no quieren saber nada de mí.

Me lo merezco totalmente.

Ni siquiera merezco ser llamado ''padre'' a alguien que aborreció y golpeó a uno de sus hijos.

Instintivamente llevé mis manos al pecho.

Mis latidos estaban normales al igual que mi respiración.

Vi un relámpago a lo lejos seguido de un trueno.

Luego, gotas comenzaron a caer para después no parar por un largo tiempo.

La lluvia se hacía cada vez más fuerte, pero no me importa.

Coloqué mis codos sobre los muslos para colocar la cara en las manos.

Sentía como las lágrimas querían salir y apretaba los dientes para no emitir sonido alguno; lástima que no sirvió, ya que comencé a llorar.

Cuando sentí que mis sollozos iban subiendo de tono, llevé mi mano derecha a mi boca mientras con la otra me tocaba el pecho y estaba encorvado mirando al suelo.

Todos los sucesos vinieron a mi mente; eso solo lo empeoró.

Mis sonidos podían escucharse levemente aún con mi boca tapada.

-¡Robert!-Escuché como me llamaban a lo lejos, pero no le di importancia; solo me hundí más en mis pensamientos.

De repente, escuché pisadas rápidas viniendo hacia mí.

Cuando decidí levantar la mirada, vi a Michael.

Antes de poder decirle algo, me levantó y me estrechó en sus brazos.

Rápidamente me aferré a él.

-Michael...-Susurré-Lo siento... lo siento...

-Deja de disculparte. Deja de lamentarte y deja de sentirte así. Llora y luego hablaremos mejor.-Dijo en mi oído.

POV.MICHAEL

Cuando noté que se había relajado, lo separé levemente de mí para poder mirarle.

-¿Por qué lloras?

Se que era una pregunta estúpida, pero solo así se desahogaría.

-Me siento pésimo. No merezco ni ser llamado ''padre''. Soy un asco de persona. Ahora ni siquiera quieren verme. Yo... no se que hacer...-Dijo con la voz quebrada.

Lo atraje nuevamente hacia mí y le acaricié el cabello.

-No te sientas pésimo que no mereces estarlo. Quizá no lo merezcas, pero estás a tiempo de remediarlo. Y no, no eres un asco de persona, solo estabas o estás confundido y no te estés dando tiempo. ¿Qué puedes hacer? Disculparte y comenzar desde cero.

-Hay... hay otra cosa que no te dije.

-¿Y qué es?

Se separó para verme y dijo:

-Te amo Michael Wayland.

Al escuchar eso, lo atraje nuevamente hacia mí y uní nuestros labios.

Noté como se sorprendió, pero a los pocos minutos me siguió.

Nos seguíamos mojando, pero no nos importaba.

Ahora solo éramos nosotros dos.

Él y yo.

Cuando nos separamos, le vi aún con los ojos llorosos y levemente sonrojado.

Su cabello estaba alborotado por el viento y sus labios entreabiertos.

-Sexy...-Susurré.

-¿Disculpa?

-Yo también te amo Robert Lightwood.-Dije para volver a besarle.