Las llaves repiquetearon las unas con las otras, haciendo un pequeño ruido metálico que molestó al muchacho de cabello castaño. Todavía no se había peinado y tenía unas ojeras prominentes que definitivamente no le iban a ayudar a trabajar correctamente. Se arregló con una mano el flequillo como pudo, mientras con la otra abría la puerta de su destartalado coche y encendía el motor. Antes de salir, le mandó un mensaje a su mánager avisándole de que podría llegar un poco tarde.
Por supuesto, había un tráfico horrible. Y llovía. El chico soltó un gruñido gutural antes de aplicarse algo de base para cubrir las imperfecciones de su rostro. No tendría tiempo de maquillarse al llegar al set, por lo tanto, debía hacerlo en el trayecto. Se echó una rápida ojeada en el espejo delantero decidiendo que estaba suficientemente arreglado. No le apetecía nada grabar. El mal clima era sinónimo de mal humor para el joven actor. Además de que no había conocido a la persona con la que iba a grabar de antemano. Eso le ponía muy incómodo. No era capaz de ser impertinente y gracioso cuando se encontraba frente a desconocidos. Perdía el control de las situaciones hasta que entraba en confianza.
Aparcó en la sección de trabajadores del estudio. Salió del coche no sin antes cerrar con un fuerte portazo. Caminó sin ganas hasta el set número 8, donde tendría que trabajar. Se tapó con la capucha de su chaqueta para que la lluvia no le arruinase el rostro ni el peinado que se había preparado con prisa. A pesar de ello, pudo sentir como su camiseta e incluso su piel terminó empapándose antes de que pudiese alcanzar la puerta de entrada. Dentro, se encontró con varias cámaras y luces enfocando a lo que simulaba ser una habitación, aunque solo tenía una cama de sábanas blancas y velas en una mesita de noche. Camarógrafos, ayudantes y el director, ya estaban allí. Todos se giraron para mirar al recién llegado.
"¡Louis! Por fin estás aquí, pensé que jamás aparecerías. Veinte minutos retrasado, genial."
Esa fue la manera que Liam, su manager y jefe de la compañía en la que Louis trabajaba, le saludó. El actor se limitó a rodar los ojos y echar un vistazo al lugar en busca del hombre con el que tendría que trabajar. Todo lo que se encontró fue al adolescente que solía grabar todas sus escenas, un rubio irlandés que siempre parecía estar de buen humor.
"Ya he llegado, así que podemos empezar. Estoy preparado." Contestó con un bufido, cruzándose de brazos. Y justo después de hablar, empezó a tiritar como un fino papel lo que arrebató parte de su aspecto irritado. "Dadme el vestuario, en cinco minutos me preparo." Pidió, extendiendo la mano.
Un ayudante le entregó una pequeña ropa de lencería blanca y le indicaron donde estaban los camerinos para que pudiese cambiarse. Todavía no había conseguido conocer a la persona con la que se suponía que tenía que hacerlo en unos pocos instantes y eso le estaba poniendo cada vez más nervioso. Por suerte, el problema se solucionó rápidamente.
Mientras silbaba una canción que le había venido a la cabeza y se adentraba en su camarín, no se dio cuenta de que alguien ya estaba allí, sentado frente a un espejo. Empezó a quitarse el chándal que llevaba puesto y vestirse con la provocativa ropa interior. Sus perfectas curvas y piel ligeramente bronceada captaron al instante la atención del sujeto en la habitación.
"¿Hola?" preguntó, su voz sonando rasposa y agradable.
"¿Mr. Styles?"
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¡Gracias a las que vienen de ZL! Díganme qué les pareció. Si quieren dedicación para el siguiente capítulo, solo comenten aquí.
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somebody else [larry stylinson]
FanfictionLouis Tomlinson trabaja en la industria del porno y cuando tiene que grabar una escena con su antiguo profesor de universidad, Harry, las cosas empiezan a torcerse.