Narra WooHyun.
-Llevaba meses observándolo y es que, era imposible no quedar atrapado con tanta belleza, esa suave piel blanca parecida a la de un auténtico muñeco de porcelana.
Su piel era la principal causa por el cuál las personas se detenían a su alrededor a observarlo, y quién no lo haría? Mirarlo era como admirar una reliquia de esas de las más caras.
No sabría con exactitud la edad de aquél joven, pero de lo que si estaba seguro es que me encantaba de todas las formas y maneras posibles, y lo quería para mí, solo exclusivamente para mí.
-Vas a derretirlo con la mirada - dijo SungYeol, dejando una taza de café caliente sobre la mesa.
-No entiendo porque insiste en seguir haciendo de estatua viviente, cuándo le he ofrecido un futuro mejor - respondí, sin quitar mi mirada de la ventana.
-¿Te ha rechazado de nuevo ayer?- inquirió el joven, mientras colocaba la bandeja a un lado.
-Es la décima vez que lo hace. - contesté sonriendo.
-Oh! es un chico difícil. ¿No te cansas de insistir?- me cuestionó, haciendo que negara con la cabeza y diera un sorbo al líquido marrón que se encontraba en aquella taza.
-No puedo, es el único muñeco de porcelana que quiero para mi colección. Él es especial - respondí, más seguro que nunca.
-Tal vez, si usaras un método un poco más romántico las cosas serían distintas - continuó hablando el alto, mientras tomaba asiento al frente mío.
-¿A qué te refieres?- Murmuré, sin quitar mis ojos de aquél chico que me traía loco.
-Pues, que si yo fuera él, tampoco aceptaría salir con un cabrón multimillonario que a cada segundo me esté diciendo "-oh se mi exclusivo muñeco de porcelana, te daré todo el dinero que necesites y no volverás a ser un pobretón"- dijo, haciendo que girara mi rostro a observarlo con curiosidad e interés.
-¡Oye!. Eso es romántico, le estoy ofreciendo una vida mejor, además, lo de muñeco es un piropo a su belleza - me expliqué, viendo a SungYeol fruncir el entrecejo.
-Eso no tiene nada de romántico idiota, ashhh no te culpo.... Nacer en una familia adinerada y obtener todo lo que uno quiere sin hacer el mínimo esfuerzo tiene sus consecuencias -dijo, mientras con sus dedos se masajeaba la cien. -Mira! Haremos lo siguiente, me compraras un café, unos bocadillos y se lo llevarás. Deja de decir esas estupideces que siempre dices y deja que las cosas fluyan a su manera, ¿Vale?- término de decir antes de ponerse de pie para ir a la cocina.
Narra MyungSoo.
Me gustaba realizar aquello, pero no porque necesitase dinero sino que era una manera de sentirla cerca mío, hacer de estatua viviente era como revivirla en mi interior y ambos respirásemos el mismo aire.
No había minutos, horas y días que no extrañara a mi pequeña hermana, la cuál se había ido tan pronto de este mundo, dejando un horrible vacío en mi interior.
A ella le encantaba admirar a cualquier persona que fuera una estatua viviente, cada vez que ella volvía a casa, luego de una larga sesión de quimioterapia, nos deteníamos en la calle para que apreciase a los artistas callejeros, ella podía quedarse horas contemplándolos con una sonrisa. Solía decir que en algún memento ella tendría la oportunidad de cumplir su sueño, pero la vida es cruel y ni siquiera le permitió llegar a la adolescencia.
Me encanta imaginar que lo esta viviendo a través mío, y cada vez que siento la mirada de una niña sobre mi cuerpo, es como si sus pequeños ojos me estuviesen contemplando.
-¿No te cansas de estar estático todo el tiempo?- escuché la voz de aquél joven que desde hace semanas coqueteaba conmigo. Ni siquiera me moví para verlo o tuve la intención de pronunciar alguna palabra como respuesta, el chico era guapo y tenia todos los encantos pero detestaba que me preguntase a cada rato ¿Por qué hacia aquello?. -¡Ten!- dijo extendiéndome un vaso de café -Tu nariz esta muy roja - continuó diciendo -¿Por qué haces esto? No ganas mucho dinero que digamos - volvió a insistir, haciendo que girase el rostro para verlo molesto.
-¡No es de tu incumbencia!- contesté cortante, rechazando el café que tenía en manos.
-¿Vas a ser siempre así conmigo?- cuestionó, sentándose a mi lado.
-¡Oye espera! ¿que haces? Arruinas mí actuación- dije empujándolo de mi lado. -¿Podrías mantenerte distante? ¡Gracias!.
-Al menos acepta el café - volvió a insistir -Hace mucho frío y solo llevas esa playera fina - expresó su preocupación -Tus labios se ven morados, prometo irme y no molestarte si aceptas el café -.
-¿No tiene alguna clase de veneno o droga?- pregunté, indeciso por tomar aquello o no.
-No té preocupes, me gustas, pero no sería capaz de intoxicarte para estar contigo, prefiero drogarte con mis encantos-respondió, guiñándome un ojo y una brillante sonrisa se dibujó en su rostro sobresaliendo más aún sus carnosos labios inferiores.
-Oh! Mucho gusto Sr Egocéntrico -dije, aceptando el café.
-Soy Woohyun, ¿me dirás esta vez cómo te llamas?- se presentó, y a la vez fue curioso.
-Sé quién eres, me lo vienes repitiendo hace semanas, además.. ¿no era que te marcharías una vez que aceptara el café?- Inquirí, viéndole ponerse nervioso algo que me quitó una pequeña sonrisa que no le dejé apreciar -Myungsoo, soy Myungsoo - terminé por presentarme.
-¿Puedo quedarme unos segundos más?- insistió, el hombre si que era persistente.
-¿Cuál es el punto de quedarse uno segundos más? - cuestioné para luego darle su sorbo al café.
-Tal vez en esos segundos tenga la posibilidad de invitarte a salir conmigo este fin de semana - respondió, intentando tener contacto visual conmigo, haciendo que esta vez yo me sintiera nervioso.
-¿Esto es una cita?- Indagué, sintiéndome ansioso por escuchar su respuesta.
-Sábado a las 19:30 hs, nos encontramos en aquella cafetería - dijo señalándome el lugar al cual el solía entrar luego de que lo rechazara reiteradamente -No vemos Myungsoo - dijo a continuación sin siquiera dejarme esta vez que lo volviera a rechazar.
#SugarWG