La solitaria calle de Downing street, tan vacía y solitaria como una calle puede estarlo a cierta hora de la madrugada, exceptuando algunos gatos callejeros que buscan algo para llevarse a la boca.
En medio del silencio, se oyen varios disparos, y una sombra, irrumpe en el paisaje.
Se detiene, mientras guarda lo que parece ser una magnum plateada humeante, en el bolsillo de su gabardina, acto seguido, se coloca el gorro con elegancia, y contínua caminando.
Para él, tiroteos y asesinatos, a estas alturas, era algo común, se lo tomaba como algo más profesional que moral.
En un panel vistoso, estaba escrito "Mesdames de montmatre".
Realmente, no tenía mucho sentido, que en plena calle inglesa, hubiera un club de alterne con un nombre francés, aunque, el hombre que lo llevara, fuera un capo de la mafia Parisina.
El hombre de la gabardina, con paso felino, entró por las puertas de áquel local.
Él era un cliente conocido, así que no habría inconveniente alguno.
Luego de tratar de pasar entre la muchedumbre, tomó asiento en la mesa donde otro chico, más joven que él, parecía esperarle.
-Vaya..parece que te me adelantaste
-Tardabas mucho y decidí adelantarme, no me iba a quedar ahí sabiendo que la policía puede aparecer en cualquier momento. ¿Cómo terminó aquello?
-¿Tú que crees?
El chico sólo sonrió de medio lado.
-¿Porque fue esta vez?
-Hm.. Me debía como.. Seis de los grandes.
-Ahá.. ¿Y qué hiciste con el cuerpo?
-Dejé que los novatos se encargaran de él
-Ed, compradre, no creo que haya sido una buena idea
-¿Por? Si la policía ve el cuerpo, los únicos culpables allí, serán ellos. No hay de que preocuparse.
Una chica morena ligera de ropa, interrumpió la conversación
-Bienvenidos, amores ¿Qué vaís a tomar?
El hombre del gorro ojeó el menú, mientras que el otro joven, ya tenía decidido que pedir
-Para mi una smirnoff, preciosa
La chica soltó una risilla coqueta y miró al acompañante
-Hm.. Un whiskey sólo
-Enseguida, dad una ojeada a las chicas del local, a ver si se os antoja alguna- les guiñó el ojo, y se marchó.
-Felix, viejo, ¿No crees que la smirnoff va a ser muy fuerte para ti?
-Una noche es una noche
-Si después acabas ebrio,te dejaré en la calle a merced de vagabundos.
Felix le guiñó el ojo, Ed le miró serio y tosió.
La relación entre Eddie y Felix, era como un hermano mayor, y un hermano pequeño.
Uno cuidaba del otro, se peleaban, se preocupaban, se odiaban, se querían, pese a su profesión de sicarios.
Eddie, tenía 33 años, y Felix, unos pocos menos, 25.
Felix era un chico sueco,con características suecas, claro; Pálido, de ojos azules y rubio de pelo corto.
Eddie, era británico, con características físicas no tan distintas de Felix, sin embargo, él tenía los ojos de color Hazel, y el pelo castaño.
Ambos dos, llevan varios años juntos, aunque no se sabe exactamente como uno conoció al otro.
La misma chica de antes, interrumpió los pensamientos de ambos
-Aquí teneis, ¿Le echastéis el ojo a alguna chica?
Felix negó con la cabeza, como si se trátase de un niño, mientrás Eddie observaba distraído la muchedumbre
-Em.. ah, no, lo siento, estaba distráido. Gracias
-De nada cariño, disfrutad las bebidas
Y tal como vino, la chica se fue, dejándo a Eddie absorto en sus pensamientos, y a Felix emborrachándose.