A letter

25 2 0
                                    

-Eh, Eddy, compadre, te he notado distraido, ¿te ocurre algo?

Eddie sólo le dirigió una mirada rápida a Felix, y sonrió ante su estado de ebriedad.

-Pareces un maldito gangoso de pueblo. Te dije que la Smirnoff era muy fuerte.

-¿Qué dices? Estoy estupendamente

-Si, seguro.. Anda vámonos, no quiero tener que cargar contigo hasta la morgue porque te ha dado un coma etílico

Felix se levantó, dando tumbos

-Estabas estupendamente, ¿Eh?, Dios, pareces un niño chico.

Eddie pasó el brazo derecho de Felix por su hombro y lo ayudó a caminar hasta el cadillac de la entrada.

(. . .)

-Joder, la cabeza..-Felix se despertó, obviamente, con resaca.

Caminó hasta el salón, a trompicones, con la mano en la cabeza.

Encontró a Eddie observándo a través de la ventana

-¿Eddy?

El chico no apartó la vista de la ventana

-Te dije que la Smirnoff era muy fuerte.

-Sí, ya ya, deja de repetirme lo mismo, ya aprendí la lección.. Ahora, Dime que coño te pasa, te he notado distráido desde ayer

-No es nada, Vete a  descansar, hoy ténemos el día libre, yo.. saldré un momento

Felix lo observó extrañado, suspiró, y se fue a acostar.

Eddie, se preparó para salir, con su distintiva gabardina negra y su inseparable gorro de fédora gris.

Esta vez decidió colocarse guantes y bufanda, hacía mucho frío fuera, y le ayudarían a guardar más su identidad.

Caminó hasta el club de alterne anterior, a esa hora, no habría nadie más que el chico de mantenimiento.

Abrió la puerta decidido, y buscó con la mirada al chico.

Caminó hasta él, con paso impaciente. Eddie era considerablemente más alto que el pobre chico, lo que hacía la situación más amenazadora, teniendo en cuenta que estaba solo en ese momento.

-Eh tu.. Sí, tú, tengo que hablar contigo un momento.

A ese punto, no sabía donde meterse, las piernas le temblaban y el sudor le caía.

-Deja de temblar, y escúchame bien. ¿Cónoces a Madame Pauline?

-S-Sí

-Bien, dale esto- Y le entregó un sobre blanco.-Dile que es de parte de un ánonimo.. Ah, y, si le comentas a alguien que he venido aquí, No te sorprendas si apareces flotando en un río.

Trás el sombrero de fédora y la bufanda, Eddie le guiñó un ojo, y se marchó, dejándo a áquel chico aturdido, y tremendamente atemorizado.

(. . .)

En los vestidores..

-No, ese color no te va.. utiliza este

-Pero..

-Pero nada.

Una chica de pelo castaño, estaba mostrándole corsés de distintos colores a otra rubia.

-Aunque hayan pasado varios años desde que empezamos a trabajar aquí, aún no me he acostumbrado del todo a llevar ropa tan corta en pleno invierno..

-Ni yo. Gajes del oficio, supongo.. Espera, ¿Vas a ponerte esa boa de plumas?

-Esque tengo frío, Pau, entiéndeme

-¿Recuerdas que al jefe le gusta que vayamos bien vestidas? No seas hortera, Mary..

-¿Madame Pauline?

Preguntó un chico. Pauline se giró de la silla rápidamente

-¿Sí?

-ah er.. toma-Y el chico le cedió un sobre

Pauline lo miró confusa

-¿Quién lo manda?

-Ánonimo.. Lo siento, tengo que irme, mi jornada terminó, adiós

Y salió sin decir nada más, dejándo a Mary y a Pauline aturdidas

Pauline, con cierta curiosidad, abrió el sobre

-¿Un admirador secreto?

-Eso creo.., déjame leer

Pauline recibía varias cartas de admiradores al día, aunque realmente, no tenía idea de porque, ¿Cómo una prostituta de cinco peniques iba a tener admiradores? Hay gente para todo.

Este sobre, era distinto al de otros que recibió anteriormente, era más elaborado, más bonito.

El exterior del sobre, era un blanco normal, sellado por la solapa con cera roja.

El interior, estaba perfumado con una fragancia fina y viril a la vez.

El estampado era de un marrón viejo, que le daba un toque elegante, y la carta, era de un papel blanco, simple.

Pauline empezó a leer

"Querida madame.. Puede que no me conozca, pero yo a usted sí.

Llevo frecuentando este local de alterne, sólo por tratar de verla.

Puede resultar realmente patético que le esté escribiendo a una prostituta, pero creáme, me está volviendo loco.

Si quiere saber quién soy, reúnasae mañana, a la madrugada, en la salida trasera del club.

Atte: Ánonimo."

Todo estaba escrito con una caligráfia fina, escrito con pluma.

Pauline y Mary se miraron

-¿Vas a ir?..

Downing StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora