El instituto estaba muy cambiado después de la muerte Hannah Baker. Su taquilla estaba llena de mensajes y fotos suyas. Algunas zorras intentaban fingir que les importaba y creían que con una selfie lo cambiaban todo.
Entré al instituto con mi mejor amiga, Cat. Eramos nuevas y dios mio, aquello era enorme y no conocíamos a nadie. Más tarde nos enseñarían el instituto más concretamente, a segunda hora. La cosa era encontrar nuestra clase ahora.
Estaba lleno de gente y nos acercamos a preguntarle a un chico. Era bastante guapo, mejillas sonrojadas, pelo corto y negro, ojos azules y no muy alto.
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Azul: Oye, ¿Sabes dónde está el aula 35?
X: Claro, seguidme es por aquí. -Empezó a caminar por en medio del cúmulo de gente intentado abrirse paso, básicamente como nosotras.- ¿Cómo os llamáis?
Cat: Encantada, soy un gato. Bueno, en verdad no, lamentablemente. Me llamo Cat.
Azul: Bueno, yo tengo un nombre bastante ridículo; Azul.
Cat y Azul: ¿Y tú? -dijimos las 2 a coro por lo que el chico se sorprendió.-
Clay: Yo me llamo Clay, encantado chicas -Dijo con una sonrisa la cual le delvolvimos las dos.-
Sonó la campana y llegábamos tarde a nuestra primera clase, literatura.
Entramos a la clase y pedimos disculpas por haber llegado tarde, el profesor, un poco mosqueado nos sentó una a cada lado de Clay. Tuvimos que salir a la pizarra y presentarnos, estábamos tan nerviosas, joder.
