«Antes De Akatsuki» | Deidara & Tú |

«Antes de Akatsuki»

Esta historia no es muy conocida, tampoco es las más bella y quizá no logrará cautivar tú corazón. Sin embargo sí logró cautivar el de aquellos que formaron parte de ella.

Todo comenzó con una niña, una niña que nació con un don único, poderoso y hermoso, un kekkei genkai de hielo; esta niña se llamaba _____ y su historia comenzó cuando tenía 16 años y era la más talentosa y hermosa de la Aldea de la Roca.

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Esa mañana desperté cuando los rayos del Sol atravesaron mi ventana, era un día como cualquier otro.

Después de desayunar, me vestí: mi ropa consistía en un short color negro, una blusa blanca de manga hasta los codos y un faldón abierto igualmente blanco. Peiné mi cabello en una trenza y coloqué mi banda de regulación en mi frente, tenía grabada la insignia de la Aldea Oculta entre las Rocas, debajo de cada uno de mis ojos tenía dos marcas en forma de rombo color azul claro, eran prueba de mi kekkei genkai. Me miré al espejo, ya estaba lista.

Ahora me dirigiría a la oficina del Tsuchikage, para ver que misión me sería asignada. Pero antes de que abriera la puerta para irme, alguien tocó ésta antes que yo, al abrirla me sorprendí enormemente. Era el mismo Tsuchikage, Onoki, y era la primera vez que él venía a mi casa.

-Señor Tsuchikage ¿qué hace aquí? Ya me dirigía a su oficina.

-Es que la misión que te voy a encomendar es muy importante y un tanto personal para mi, _____.

-¿De qué se trata?

-Yo tengo un estudiante, es un holgazán y un rebelde, bastante difícil de controlar, pero yo lo considero como un hijo; así que quiero pedirte que te encargues de él, a partir de ahora serás su compañera de equipo. Creo que eres perfecta para esta misión, niña.

-¿Pero por qué lo piensa? No sé si sea buena idea poner algo tan importante en mis manos.

-Yo sé que sí, porque él, al igual que tú, posee un kekkei genkai; aparte de que podrás entenderlo, podrás controlarlo. He decidido confiar en ti para esta misión, así que no me decepciones.

Estaba nerviosa, tratar con chicos rebeldes no era para nada fácil, menos si se trataba de alguien tan cercano al Tsuchikage, que era igual de difícil de tratar. Pero no había otra opción y tenía que intentarlo. Quizás esto podría resultar divertido.

-De acuerdo, señor Tsuchikage. ¿Cuál es el nombre de su estudiante?

-Se llama Deidara. Yo creo que ya has escuchado de él.

Pero por supuesto que ya había escuchado de él. Y sí, se la pasaba provocando destrozos en la aldea, esto iba a ser más difícil de lo que había pensado.

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Caminé hacia una parte de la Aldea de la Roca, en la que el Tsuchikage me dijo que Deidara podría encontrarse: era un río que nacía directamente de una de las montañas rocosas de la aldea, el color gris de las rocas y lo transparente del agua hacían de éste un lugar cómodo y privado, pues igualmente era bordeado por bajos montes de piedra. Se podía escuchar el correr del río, era un sonido muy bello.