Agarres

Diferenciales

Hay un serio y muy notable desequilibrio de fuerzas entre ella y yo. Mientras en mi se presenta la capacidad sin límites de una fuerza física, ella puede conmigo debido a su fuerza mental. Aún me pregunto como es capaz de seguir aguantando

Entre habría los ojos podía diferenciar el techo de mi habitación y una tenue luz anaranjada entrando por la ventana iluminaba mi cama. No tenía idea de que hora era, ni de que estaba pasando, tan solo sabía que mi cuerpo estaba exausto, pues no sentía literalmente nada. Lentamente fui recobrado el control de mis dedos y la movilidad de mis brazos, pero aún así mi torso seguía inerte, y aunque limitadas, las pocas fuerzas que movían mi cuello fueron suficientes como para hacerme levantar mi cabeza y alcanzar a ver como ella seguía hay, a mi lado tumbada y abrazada a mi brazo con sus manos sobre mi pecho. Quería sonreír, pero el cansancio venció y no lo aguante mas, sencillamente me quedé de nuevo profundamente dormido. Levante al par de horas porque note algo tocando mi cuerpo, bajando lentamente desde mi cuello, mi pecho... El cansancio apenas había desaparecido, prácticamente me encontraba igual que antes de quedar dormido, pero unas pocas fuerzas me ayudaron a comprobar que era eso que perturbó mi descanso. Tan solo me baste de mirar hacia abajo, y ella estaba hay siendo el motivo de mi despertar. Iba a entonar una palabra de asombro he interrogación, pero ella no me lo permitió, y justamente cuando me vio abrir la boca para decir dichas palabras, bajo mi ropa interior mientras con una mano me sujetaba y con la otra jugaba conmigo. No alcance a decir nada cuando lo introdujo de golpe en su boca, entero. Más haya de cerrar mis labios los habrí el doble para dejar salir un bufido debido al placer que me hizo sentir tan rápido. Ella siguió bajando y subiendo si cabeza, y yo no podía tan siquiera moverme pues el cansancio me mantenía atado a las sábanas. Repentinamente ella subió sus labios a mi cuello y empezó a besarlo, dando escena a sus manos, con las que jugaba y se divertía aprovechándose de mi condición, mientras me consumía yo pensaba que estaba en el cielo. Tan solo alcanzaba a bufar y decir palabras sueltas mientras ella continuaba. No se ni como sucedió, ni que lo provocó, pero repentinamente mis fuerzas volvieron, como si ese cansancio extremo desapareciera por completo en un solo instante, me sentía tan fuerte, tan energético... la energía me consumió realmente, pues perdí en control sobre mí mismo, puede incluso parecer una idea extraña, pero es como cuando mueves algo tan rapido, que incluso pierdes el control de su dirección o movimiento volviendo imposible controlar mis brazos o mis piernas, ya que si las movía tan solo un milímetro, estás realizaban movimientos bruscos golpeando la cama con fuerza. Pensé que algo no iba bien, y cuando quise incorporarme y observar detenidamente lo que me estaba pasando, pero algo me lo impidió, una mano que me agarró de la nuca y me echo sobre la cama. Con tanto pensar se me olvidó que ella seguía hay, tumbada en la cama, mordiéndose el labio y pidiéndome con su mirada que usará esa fuerza con ella. Solo alcance a tumbarme encima suya, puesto que en cuanto lo hice fue como si perdiera el control sobre mi propio cuerpo, mi mandíbula se movía desobedeciendo mis órdenes de mantenerse cerrada. Sin saber cómo empezé a besarla en el cuello, y de besos pase a morderla seguido de que una de mis manos la agarrara de las nalgas y la azotara con fuerza. Podía oír el sonido de la palma de mi mano golpeando su piel, ese sonido picante y doloroso me volvía loco. No espere un segundo más y de un impulso en la pared baje mi cabeza hasta sus piernas, las sujete y a su vez comencé a besarla, primero el muslo, después la ingle, y finalmente su entre pierna. Podía sentir como ella gemía y se tapaba la cabeza con una almohada mientras yo seguía disfrutando del sabor de su cuerpo. No sé aún porque fuera, pero de un momento a otro lanzó la almohada y clavo sus uñas en mi espalda y nuca apretándome contra ella, yo podía notar como penetraba mi piel y como de esta brotaba algo de sangre. Apoye mi pies en el suelo, puse mis manos en su espalda y de un impulso me puse en pie con ella sentada sobre mis hombros y yo seguía lamiéndola. Por lo altura ya no llegaba a mi espalda, pero se contento con tirar de mi pelo y seguir empujando mi cabeza contra su entre pierna. La lance contra la cama y cogiéndola del cabello la puse en cuatro patas. No esperaba escuchar lo que dijo, pero soltó un pequeño gemido, y entre gimoteos dijo "Hazme tuya, amo", algo emergió de mi y sin poder controlarme, empecé a forzarla sobre la cama, tan rápido y tan fuerte que podía sentir la cama crujir, las maderas ceder. Asustado por la fuerza y por la probabilidad de que la cama llegará a incluso romperse, la puse apoyada contra la pared del armario cogiéndola nuevamente del pelo. Ella apoyaba sus manos contra la puerta del mismo y gemía mi nombre alto y repetidas veces, yo sin embargo en un intento de agarrarme a algo, apoye mi mano en la esquina de la pared, pero fue inútil, está cedió y el ladrillo que se suponía aguantaría mi apoyo se agrieto. No pude contenerme más, y empezaba a dar cada embestida más fuerte y más rápido mientras ella gritaba más alto y más alto, hasta que la misma puerta del armario cedió y se rompió, desde la base hasta el techo. Ella me aparto, se giró y se agachó corriendo habiendo su boca, no me hicieron falta más palabras para entender lo que me estaba pidiendo. La tomé del pelo y empuje su cabeza contra mi torso, pudiendo notar su garganta, y echándola hacia atrás y hacia delante hasta que finalmente contente su deseo. Ella se echo un poco hacia atrás y pude ver como se lo tragaba todo. Ese cansancio que me invadía a principio volvió, y como si de cuerdas se tratarán me echo sobre la cama y quedé profundamente dormido, pudiendo escuchar justo antes de perder la consciencia a ella diciéndome "Te amo" y abrazándose a mi.