Capítulo 3

138 17 9
                                    

Mayte

¿Semidioses? ¿Madre divina? ¿Arpías? ¿Cuadritos raros que curaban casi instantáneamente las heridas llamados ambrosía?... Tengo una sola palabra para todo esto: Raro. Raro e imposible.

Recordé como nos habían empezado a perseguir las arpías. Estábamos afuera de la casa de la abuela, comiendo caramelos a escondidas cuando una especie de pájaro raro se posó en un árbol cercano. Al principio no le prestamos atención, pero cuando levantas la vista de los caramelos y te encuentras a unos 70 pájaros con cara de mujer mirándote con cara de "te voy a matar" te preocupas un poco. Y tu primer impulso es agarrar el frasco de caramelos y salir corriendo. Luego vuelves por tu hermana para gritarle en la cara que agarre el resto de caramelos y corra. En mi defensa los caramelos estaban deliciosos.

–Tierra a Mayte. Vuelva inmediatamente- Dijo Ann mirándome burlonamente.

Estábamos en la enfermería con todas las luces apagadas, excepto una, ubicada a mi lado en una mesita de luz.

–¿Les crees?- pregunte al final

–Sostengo mi opinión, nadie gastaría tanto en efectos especiales– susurro– Y baja la voz, nos escucharan.

–Al menos tiene sentido que a la abuela no le cayera bien mamá... si abandono a papá... Ya sabes cómo es la abuela...

–Si... Tengo hambre ¿Aún tienes el frasco de caramelos?

–Ehhh... Si te dijera que perdí el frasco mientras nos perseguían las arpías ¿Qué dirías?

– Te mataría

– Entonces que suerte que los tenga en el bolsillo– Dije sonriendo. Me tantee los bolsillos de la campera y mi sonrisa desapareció.

–No están.

–¿Qué?

–Los tenía y no están.

La sonrisa de Ann desapareció.

–Nos registraron y nos sacaron nuestros caramelos. Nos sacaron NUESTROS caramelos –Dijo empezando a levantar la voz- Nos ROBARON MIS... digo NUESTROS...Espera ¿revisaste la mochila?

–Nop –Dije y nos levantamos a agarrarla.

Después de chocar con 3 muebles, logramos encontrar la mochila. Adentro estaba el frasco de caramelos. Nos comimos los que quedaban y volvimos a la camilla.

–Bueno, volviendo al tema principal... ¿Quiénes son los dioses griegos?- Pregunto mi hermana

-–Son dioses de la Antigua Grecia– Dije mirándola con una sonrisa de burla.

– ¡Mayte!

– Perdón... Y baja la voz... Bueno, en la mitología griega hay 12 dioses principales...– Dije, nombrando todos los dioses- ... y después están los dioses menores.

– Y ¿Cuántos son los dioses menores?

– Demasiados para contarlos.

– Okey. Ahora que lo pienso ¿No deberíamos llamar a la abuela?- Preguntó Ann

– Es la 1 de la mañana. Se enojaría más porque la llamamos a esta hora que por la desaparición.

– Lo sé. Pero estará preocupada.

– Vamos Ann. Se preocupó más cuando desapareció Gladiolus. Hasta pusieron recompensa y todo.

Gladiolus es un caniche rosa. Es el perro de mi abuela (aunque papá se lo regalo) y lo adora. Aun cuando rompió el jarrón de mil dólares que mi abuela trajo de China no lo reto. Nosotras rompimos una estatua horrible que la abuela había hecho en cerámica (Esa cosa no podía valer más de dos dólares) y nos quedamos sin caramelos por una semana. Odiamos a ese perro con toda nuestra alma.

Ann bostezo. Después de un rato charlando nos había agarrado sueño.

Nos acomodamos para dormir. Justo antes de hacerlo Ann murmuró:

–Yo si les creo. En serio ¿Recuerdas cuando logramos cambiar la ropa de la abuela de color sin tintura? Fue como magia.

–Lo único que recuerdo es estar corriendo por toda la casa mientras la abuela nos perseguía con un matamoscas. La ropa rosa flúor no le quedaba bien. –Logré murmurar antes de dormirme

*Día siguiente*

Ann:
Me removí en la cama de la enfermería, la luz que entraba con fuerza me despertó.
Me levanté, casi empujando a mi hermana de la cama, y mire a mi alrededor.
Seguimos en la enfermería, lo cual es bueno, significa que no nos secuestraron (espero). Trate de reaccionar, pensando en lo que habíamos hablado con mi hermana la noche anterior. Por las dudas decidí llamar a mi abuela, para asegurarnos de que, sabía donde estábamos y si podía comprarnos los cuadraditos de naranja que nos habían dado.
Busque con la mirada la mochila y me dirigí hacia ella.
Cuando estaba sacando mi celular de ella, la puerta se abrió con un estruendo.
–¡¿Estás loca?! ¡Guarda eso!

•••••••
Hola!!! Bienvenidos a mi historia... (Bueno, en realidad es de Cherry...) Ella escribió los dos primeros capítulos y decidió dejarme los derechos de autor, para que yo la pueda continuar... (PD: Gracias CherrySch)

(Se que es un capítulo corto... perdon por hacerlo así, pero tratare de actualizar seguido)

Bueno, no mucho más... Nos vemos!!! *Se va a Narnia*
❤️❤️❤️

Las Hijas de IrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora