Deje de contar despues de treinta, despues, ya mi cuerpo estaba tan entumido como para no sentir los siguientes, mi nariz sangra, mis brazos y mis piernas duelen, mi piel arde, mis ojos y mi nariz no dejan de expulsar liquidos a chorros cada gota llena de dolor y resentimiento, con mucha dificultad puedo ver una silueta asechandome y un par de pies unos cuantos paso atras, como si se tratara de una persona observando, toco a mis costados para cubrirme y es ahi donde me doy cuenta que estoy acorralada, no puedo hacer nada, me siento impotente, con muchisimo coraje por dentro, solo quiero morir, espero que me mate, que esta vez mi se mate!
-Ya Matame Ya! Se que lo quieres, MATAME!! - fue lo unico que pude alcanzar a decir antes del ultimo golpe.
Por que para? - pensé
-Ya fue suficiente- dijo una voz sin pena con un tono gratificante que al parecer venia de la silueta que estaba atras.
-Corre a esta loca de la casa-
Vi su sonrisa llena de satisfaccion.
No hace falta que me corran, yo solo me quiero ir, desde hace tiempo quiero uhir, esto no es vida, mi casa no es hogar.
Solo pienso en hacerme daño, pero lo peor es que no tengo el valor para quitarme la vida, estoy enamorada, enamorada de un gran chico y soy tan cobarde que siempre me la paso maltratandolo y golpeándolo, el no se lo merece, ya le he dicho muchas veces que debe buscar alguien mejor, pero no me ha hecho caso y eso es lo que mas amo, que persiste por mi.Trato de levantarme a duras penas del rincon, no siento mis piernas, miro mi cuerpo en el espejo y esta totalmente dañado, no puedo siquiera alzar la mirada pues el cuello me duele mucho y en el suelo puedo ver puños de cabellos que calleron de mi cabeza.