Reconquista.

Capítulo 1.

Alessandra ha llegado exhausta a su casa después de un largo día laboral, trabaja en una famosa empresa de publicidad llamada Displey. Abre la puerta de la casa, deja su bolso sobre una mesa pequeña que está en el pasillo principal, y se dirige a acostarse al cómodo sofa de la sala. Se sentía como si llegara del gimnasio terminado una rutina muy pesada, pero no era así, solo fue a trabajar. De pronto, Alessandra comenzó a sentir mareos muy fuertes, los cuales de un momento a otro la llevaron a la sensación de terribles nauseas. Se dirigió hacia el baño y vomito. "¿Qué está pasándome?" Pensaba preocupada. Regresó a el sofá, tomó su bolso y estaba decidida a avisarle a su esposo, Harry, que se sentía muy extraña el día de hoy, pero no lo hizo, dejó el teléfono, y en vez de marcarle a su esposo le marcó a su mejor amiga, Tania. Tania y Alessandra eran amigas desde la preparatoria, y es algo curioso de contar, puesto que a principios de año se odiaban a muerte. Estaba decidida en contarle todo a su amiga, pero no respondió, mandó al buzón.

Alessandra tenía esperanzas de que Tania marcará después, pero no lo hizo, durante semanas.

Pasaron las semanas y Alessandra aún seguía sintiendo esos mareos, pero ya no eran tan fuertes como el primero. Un día en el trabajo, Alessandra se encontraba terminando unos pendientes, cuando sintió un dolor de cabeza muy fuerte haciendo que se desmayara, sus compañeros de trabajo llamaron a una ambulancia, la cual tardó en llegar, la llevaron al hospital más cercano. Despertó 2 horas más tarde. Su esposo Harry ya estaba allí, eso hacía sentir a Alessandra bien, protegida y sobre todo.. amada.

- ¿Qué es lo que pasó? -pregunta Harry con suavidad.

- No lo recuerdo bien -dice Alessandra tratando de hacer memoria. Lo último que recuerdo fue que sentía un dolor muy fuerte de cabeza y después ya no supe que me sucedió.

- Bueno -suspira Harry. Lo bueno es que ya estás mejor cariño.

El doctor entra al dormitorio interrumpiéndolos.

- Señor y señora Huerta, lamento interrumpir, pero me temo que tengo una noticia muy importante que darles. -dice el doctor con una leve sonrisa.

- ¿Qué pasa doctor? ¿Tengo algo malo? -dice Alessandra con tono de preocupación.

- O no por supuesto que no Alessandra -dice el doctor sonriente. Lo que pasa es que... Estas embarazada, tienes 3 semanas.