#12

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Café:

Me levanto. Son las cinco de la mañana. Solo tengo dieciocho años, pero mamá y papá murieron y me toca a mí cuidar de mis hermanos pequeños. Hay veces que he pensado en abandonar, no soy la hermana perfecta, pero veo a Jake y a Ben y sus sonrisas y no puedo evitar pensar que no puedo dejarles solos, sólo tienen diez años, no puedo hacerles esto. Enciendo la cafetera, necesitaré la cafeína para sobrevivir a las clases y a la energía de los gemelos. No sé si voy a aguantar más, gracias al café puedo cuidar esos pequeños torbellinos.

—Tata... —me giro encontrando a Ben en la entrada de la cocina. Me gusta que me llame Tata, aunque mi nombre sea Jane.
—Dime, Ben —sonrió dulce al pequeño.
—Me gusta una niña del cole —susurra de forma inocente. Y es ahí cuando recuerdo que dentro de un par de años me tocará a mí darles la charla.
—Dile que te gusta. Si dice que a ella también le gusta, juega con ella a las casitas, si no le gustas solo su amigo —contesto, a lo que él sonríe—. Vuelve a la cama, en tres horas tienes clase.

Besa mi mejilla antes de volver a su cuarto. Mi café está listo, por lo que me echo un vaso de la bebida. Será un día duro, necesitaré la ayuda del café para mantenerme despierta.

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