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Me levanté y le di una bofetada a Fred.
Joy: -Tú que le causas la más mínima lágrima a Mangle y yo que te sancocho las bolas.
Freddy: -Es obvio que le sigues gustando- me abrazó por la espalda. Me dí cuenta que era para marcar territorio, al menos no me orinaba como los gatos.
Meg: -Está bien, ya entendí- dijo triste.
Fred: -¿Ve lo que causas?
Freddy: -Tú fuiste el único que lo provocó.
Joy: -¡Cállense que mis padres nos van a escuchar!
Fred: -Meg- se acercó a ella.
Meg: -No te me acerques.
Fred: -Pero..-se acercaba.
Freddy: -¿Qué no escuchaste que no quiere que la toques?
Fred: -Tú no te metas.
Freddy: -Sólo estás ardido, porque me quedo con las mujeres que quieres.
Fred: -Y aun así soy yo quien está casado con la que tú amas.
Freddy: -Ahora me vas a escuchar- me soltó.
Joy: -¡Espérate! Aquí nadie puede arrancarse nada. Estamos en una situación difícil, así que hay que hacer una tregua mientras tanto, luego de esto pueden sacarse a todas las mujeres que quieran. Machistas, ridículos.
Fred: -¡Me vale lo que él diga! Sólo no quiero que me cause problemas con Meg.
Joy: -Pues habla con ella y arregla las cosas.
Fred se recostó a la par de Meg y comenzaron a hablar. Yo halé de la mano a Freddy hasta el balcón.
Freddy: -No sé cuánto más pueda con esto.
Joy: -¿Por qué compiten tanto entre sí?
Freddy: -Ambos estamos hechos m@#&%. Yo le gané a las dos mujeres que él tenía pero él está casado con la mujer que amo, entre hombres no hay nada peor.
Joy: -Machistas, ridículos. Meg anda con mi esposo y yo no digo nada.
Freddy: -No vuelvas a llamarlo así.
Joy: -Mi esposo Fred. Soy la señora de Mendoza.
Freddy: -¿Por qué me haces esto?
Joy: -Te dije que soy del tipo de persona que no le gusta que la reten.
Freddy: -No has cambiado tanto como pensé.
Joy: -Deje de ser maldita, no directa.
Freddy: -¿Eso que significa?
Joy: -Que todo lo que digo es verdad. Lo que siento por tí y lo que pienso.
Freddy: -¿Y qué sientes por mí?- me miró.
Joy: -¿Con que queriendo sacar ventaja?
Freddy: -Porque nunca puedes ser dulce voluntariamente.
Joy: -Es mi personalidad.
Freddy: -No pelearé contigo.
Joy: -A menos que sea así- me acerqué a él y lo besé suavemente- Tengo frío.
Freddy: -Entremos.
Joy: -Abrázame- me abrazó- Odio que seas más alto que yo.
Freddy: -Se vería más tétrico que tú fueras más alta que yo.
Joy: -Sí, y me sentiría rara. Como estar enamorada de un minion.
Freddy: -¿Qué pasa por tu mente cuando me miras?
Joy: -A ti desnudo- reí- No, es broma. No lo sé, me da algo como alegría, ansiedad, ganas de comerte, como ver un malvavisco en medio de una piscina de nachos.
Freddy: -¿Soy un malvavisco?
Joy: -Es que...sabes...yo soy el fuego y tú el malvavisco. Juntos somos como...perfectos.
Freddy: -Y yo que estaba empezando a sentir frío.
Joy: -Tengo una mejor manera de calentarte.
Freddy: -Sabía que saldrías con algo así.
Joy: -No enserio, me refería a un chocolate caliente.
Freddy: -Si quieres voy a preparártelo.
Joy -Mis padres pueden bajar.
Freddy: -No me quedaré con Fred aquí.
Joy: -Está bien, pero calladito si porque nos pueden hallar.
Freddy: -Bien.
Entramos y nos llevamos con algo que no nos sorprendió tanto. Meg y Fred bajo las sábanas teniendo una excelente reconciliación.
Freddy: -Ay no- se tapó el rostro.
Joy: -Cuidado con la fricción ¡Cuidado con la fricción!
Fred: -¡No miren!- se tapaban con las sábanas.
Joy: -¡Pero los conozco a ambos!
Freddy: -No me lo recuerdes- me haló de la mano y salimos lo más silenciosos posibles.
Bajamos a la cocina y comencé a calentar la leche con la vainilla. Freddy trozeaba el chocolate.
Freddy: -¿Recuerdas la primera vez que estábamos en la cocina?
Joy: -Cuando me seguías a todos lados porque tenías miedo que me escapara.
Freddy: -Ahora doy mi brazo a torcer a que tú eres la que no se quiere despegar.
Joy: -No me hagas meterte ese cuchillo en lo más angosto que tengas.
Freddy: -Eres más dulce que este chocolate- tomó un trocito y lo introdujo en mi boca.
Joy: -Amo el chocolate.
Freddy: -¿Más que a mí?
Joy: -Nada es más rico que tú.
Freddy: -Se te evapora la leche.
Joy: -Y luego dices que yo soy la vulgar- apagué la estufa.
Freddy: -Eres increíble- sonrió. Sabía que no lo había dicho en ese sentido pero era divertido hacerle pensar que sí.
Colocamos los trozos en los vasos y luego le dejamos caer la leche, lo metimos al microondas.
Joy: -Debemos hacer algo en los diez minutos que se calienta el chocolate.
Freddy: -Creo que ya sé que- me tomó de la cintura y me sentó sobre el desayunador.
Me comenzó a besar muy dulce y suave, yo acariciaba sus cabellos suaves y sedosos, exquisitos cuando escuchamos que alguien bajaba las escaleras.
Joy: -¡Escóndete!
Freddy se agachó y se metió bajo el desayunador.
MDJ: -¿Hija? Pensé que era un ladrón.
Joy: -No- dije nerviosa.
MDJ: -¿Qué haces?- se sentó frente a mí.
Joy: -Preparando chocolate caliente para Mateo y para mí.
MDJ: -Regálame un vaso con agua- Se lo serví- Joy tengo que hablar contigo.
Joy: -¿Qué pasa?- me senté, tenía a Freddy bajo mis pies, literalmente.
MDJ: -¿Por qué será que no...no sé...no te veo muy feliz?
Joy: -¿De qué hablas? Lo estoy.
MDJ: -Tu papá me insistió hace unos meses que te presionáramos para casarte con Fred y te dejé sola..¿Él te dijo algo?
Freddy me pellizcó la pierna.
Joy: -¡Ay!- mi mamá hizo cara de susto- ¡No! No me dijo nada, yo tomé la decisión.
MDJ: -Eso espero, porque él falsificó mi permiso para que te casaras.
Joy: -¿Qué?
MDJ: -Sí, pero si nadie dice nada pues es válido- Sonó el microondas.
Joy: -B-b-bueno, mamá. Me voy antes que se enfríe el chocolate.
MDJ: -Yo no tengo sueño, veré televisión- se fue. Freddy se levantó.
Freddy: -¡Tu matrimonio no es válido! ¡Es ilegal!
Joy: -¡Shh! Toma- saqué los chocolates y se los di- Hablemos esto arriba.
Freddy: -Debes ir a distraer a tu madre en lo que subo.
Joy: -Está de espaldas en el living, no nos verá.
Freddy: -Ok, vamos.
Subimos lo más callados posibles pero vimos que la puerta de nuestra habitación estaba abierta, nos asomamos y ahí estaba ¡Mi papá! adentro con Meg y Fred.
