Los Lamentos De Sangre

Aquel día, cuatro jóvenes muy arrogantes e ingenuos, se animaron a ir al bosque tan mencionado en su pequeña aldea, sin pensarlo se introdujeron en dicho lugar muy tupido de maleza y árboles. Las sombras del tétrico paraje, parecía el mismo espacio donde nuestro planeta órbita, no se podía diferenciar ningún animal o planta solo una inmensa oscuridad, aquello les puso los pelos de punta pues el mayor miedo de la humanidad es no saber que se oculta en las penumbras.

Estos chicos no sabían que se estaban metiendo en la boca del lobo, pues la leyenda decía que una decadente bruja se acentuó en tal bosque en el año 1970, al comienzo todo era normal hasta que un día los aldeanos fueron con el alcalde a quejarse de que, gallinas y cabras desaparecían, al pardee de días las encontraban mutiladas. Todos apuntaron a aquella longeva que vivía en el bosque. Las personas enojadas fueron a su choza con antorchas y horquillas, ya que querían acabar con la existencia de tan vil criatura, les llevo unos minutos llegar y al estar en su puerta pudieron notar un extraño humo de color verde que provenía de su chimenea. Conmocionados por tal suceso, derribaron la puerta y la encontraron diciendo palabras en un dialecto que no comprendían, ella se giro y se pudo notar con bastante claridad que sus ojos eran atezados. Ellos se sorprendieron y esto les causo mucho pavor haciendo que quemaran la chabola con la mujer dentro, las últimas palabras de ella fueron "Aquel que en mi bosque tenga el valor de entrar, mis demonios irán por aquellas almas perdidas en mi morada y cuando tenga suficientes... yo volveré".

Los adolescentes conocían la leyenda pero no creían en estos sucesos, pues ahora es el siglo de la ciencia y lo que no pueda ser explicado científicamente directamente dicen que no existe.

Estando en un sendero del boscaje, comenzaron a percibir unos leves sonidos de lamentos, ellos simplemente lo ignoraron y siguieron su rumbo a los restos de la choza. Al ya encontrase en el lugar, pudieron confirmar que si se encontraba ahí, se animaron a entrar y ver cómo era por dentro, pues en la leyenda no relata la apariencia.

Al estar adentro se podía ver partes quemadas, ollas y otros trastos viejos, pero algo les llamo la atención un libro muy arcaico, forrado con algún tipo de piel negra. Al abrirlo pudieron leer conjuros y rituales satánicos, esto los asombró y los atemorizo, pues la leyenda era real pero no estaban seguro del realismo de la parte de los maleficios funcionaban.

Decidieron llevárselo para leerlo completo, además también tenían pensado llevarlo a un museo para venderlo, y se lo guardaron en una de las mochilas que llevaban, después de unos minutos se largaron de aquella choza en ruinas.

Al estar caminando en aquel sendero que tomaron para entrar, sentían que alguien o algo los observaba. No entendía porque el camino se acababa en unos árboles que no dejaban seguir, empezaron a mirarse entre sí para ver si alguien tenía una explicación lógica, pero nadie dijo nada, al pardee de unos minutos pudieron escuchar gritos desgarradores provenientes de la choza.

Ya se estaban asustando mucho pues no comprendían pasaba, estos atemorizados comenzaron a correr entre los tupidos árboles, al ya estar viendo algunas casas del pueblo se alegraron al saber que estaban por salir, pero del suelo unas grandes raíces comenzaron a sobresalir del suelo formando un gran mural, de inmediato frenaron. Entre las penumbras unos pequeños ojos escarlatas surgieron y de un segundo a otro, pequeñas criaturas saltaron encima de los jóvenes, arrancando sus extremidades y comiendo sus ojos, solo quedaba uno pero por una extraña razón estas criaturas se alejaron de él, dejando paso a una longeva anciana con venas muy pronunciadas de color negro.

Ella con una gran sonrisa en su rostro, levanto sus manos hacia arriba y comenzó a hablar en un idioma que el chico no comprendía, este noto un leve temblor en el suelo y cuando creyó que ella se retiraba dijo con una voz suave "Tu sangre será parte de mi bosque¨ y unas inmensas púas de madera surgieron del suelo clavándose en el cuerpo del adolescente.