Mi querido gato acosador

Jane Doe está a punto de cometer gaticidio, solo hay un ligero problema: ¡¿Cómo demonios se asesina un gato que ya está muerto?! Ha probado con todo, pero la bola de pelos fantasmal parece tener más vidas que Voldemort (Si es que se les puede llamar vidas). Es un felino sinvergüenza que no le da privacidad ni para sacarse los mocos y, desde que su trasero peludo e invisible hizo acto de aparición, se ve decidido a una sola cosa: Hacer todo lo posible, imposible e impensable para joder las preciadas vacaciones de Jane. Ser acosada por un animal enamorado incapaz de entender que no es zoofilica resulta de todo menos bonito pero, por más histérica que consiga ponerla, ella no renunciará tan fácilmente a los que planeó que serían los tres mejores meses de su vida.

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