Limited Edition - Fantasmas del Pasado

Capitulo 3 "Tengo un plan..."

          "Tengo un plan..."

Ya había pasado una semana desde que Missi y Nath llegaron al orfanato. No tardaron nada en hacerse amigas de ese trío: Mangle, Foxy y Springtrap, y de esa pareja de chicas calladas: Fenny, la pelinaranja, y Kami, la pelicastaña.

En estos momentos aquel grupo estaba bajo la reconfortante sobra de el árbol más grande y apartado del orfanato, ya que este tenía un sorprendente patio, esperando al trío que faltaba, Mangle, Foxy y Springtrap. Estos fueron llamados por las encargadas a ver a un par de parejas que buscaban adoptar.

A los minutos de esperar, un indiferente Foxy, una enfurruñada Mangle, y un divertido Springtrap volvían donde sus amigas.

-¿Cómo les fue?–preguntó Missi.

-Alguien–empezó hablando Foxy–Hizo que la pareja que nos vino a ver se sintiera mal ya que los trató mal–dijo mirando acusadoramente a Mangle.

–¡No es mi culpa que ellos nos quieran adoptar por separado! ¡Además! Eran de esos con dinero que buscan niños con modales refinados, y de esos, aquí no hay...bueno, Kami es una–dijo mirando a la castaña, que guardaba silencio.

-A mi no me metas Mangle–le dijo.

-¿Y a ti Spring?–habló Nath, ya que parecía que nadie prestaba atención al rubio de expresión divertida.

-Pues...lo mismo de siempre. Les dije que eran una pareja increíble y que apreciaba la oferta pero que no quería ser adoptado aún.

-Ah...Bue–Nath fue interrumpida por el sonido de la campana que indicaba la hora de comer. Pero esta vez era un poco distinto, ya que se escuchaba más pausado.

-¿Llegó alguien?–preguntó Missi, pues recordó que la campana había sonado igual cuando Nath y ella llegaron.

-Si...

–¡Vamos a ver!–habló de nuevo la rubia ojiazul.

El grupo bajó la pequeña colina que había en aquel jardín y fueron al comedor. Al momento de entrar vieron, en la que usualmente es su mesa, a dos chicos, una chica de caben castaño oscuro, largo, de ojos verdes que apenas se veían ya que esta tenía su mirada baja. Usaba gafas de marco lila como las de Missi, y una ropa muy peculiar. Llevaba una playera de color purpura claro con franjas diagonales de color rosa oscuro, sobre esta, una sudadera muy rara. Era de color morado oscuro, la manga izquierda era corta y la derecha larga, al igual que su pantalón. Era de un azul oscuro, la pierna derecha, en esta ocasión era corta y la izquierda larga. Usaba unos botines café oscuro.

Junto a ella había un chico que se notaba era hiperactivo. Su cabello era rubio brillante, su piel pálida. Sus ojos eran muy curiosos. Uno de ellos, el izquierdo, era azul brillante, y el derecho amarillo brillante. Usaba ropa simple. Una playera blanca y unos jeans negros con unas converse blancas.

-¡Hola!–dijo Missi tirándose sobre la mesa quedando frente a ambos chicos.

-¡Compórtate tonta estúpida!–le gritó Nath.

-Bueno pero no se enoje...Bueno...¡Hola! Soy Missi, bienvenidos.–Saludó como corresponde.

-¡Hola! Yo soy Jack–saludó el chico.

-¿Y tú?–le preguntó a la chica.

-S-soy Kiwi Fi-No, no. S-solo Kiwi–respondió la chica con las mejillas muy sonrojadas y la vista baja.

-Un gusto–dijo Spring–Yo soy Springtrap. Ella es Mangle y el es Foxy. Ellas son Nath, Kami y Fenny.

Todos saludaron con un movimiento de mano.

-H-hola...–habló Kiwi. Missi se la quedó viendo fijamente con las mejillas un poco sonrojadas. Kiwi lo notó–este...

-¿Qué te pasa Missi?–habló Spring.

-Kiwi...–habló la rubia–eres...tan...¡Adorable!– Missi saltó sobre la castaña apretando sus mejillas, dejándolas más rojas de lo que ya estaban.

-¡Controlate!–le gritó Nath pegándole en la cabeza a Missi.

-¡Auch!–se quejó la rubia.

-¡Eso debería decirlo la pobre de Kiwi!¡Mira cómo la dejaste!¡Ahora parece vieja!

-¿No crees que tú no ayudas, Nath?

...

-¡NOOOOOO! ¡LO SIENTO NAAAAAATH!–Missi corría por su vida al haber hecho enojar a Nath.

-¡Niñas, contrólense!–gritó una encargada.

-Lo sentimos señorita–dijeron Missi y Nath al unísono. Kiwi no dejó de mirar a ese par en ningún momento.

Esperaron unos minutos para que un plato de una generosa porción de espagueti apareciera frente a cada uno. Kiwi miró un poco desganada el plato ya que no tenía demasiado apetito. Levantó levemente la vista al escuchar pequeñas risas que provenían de todos en aquella mesa, menos de Missi. Esta se encontraba con los ojos muy brillante de la emoción, sus mejillas estaban llenas de comida.

-Parece ardilla–dijo Nath. Todos soltaron una pequeña carcajada, hasta Kiwi.

La rubia tragó lo que tenía en la boca para luego sonreír, dejando ver sus mejillas sucias con salsa al igual que sus comisuras.

Un poco más animada, Kiwi tomó el tenedor y probó el espagueti.

Está delicioso...como el de mamá...

Pensó Kiwi. Con una mirada y una sonrisa nostálgica, siguió comiendo...