Secundario

Capítulo 2

Sus recuerdos vienen a mi otra vez, su voz, sus llamadas, todo lo que tenía que ver con ella me atormentaba.

Era como un circo de anormalidades que no me dejaba dormir, soñar con ella era horrible, sentía que en cualquier momento el corazón dejaría de later por los nervios.

Había soñado con mi ex.

De todas las cosas horribles que pueden pasarle a alguien, esta se encuentra entre los primeros lugares.

-¿Porqué otra vez? se suponía que ya debería dejar de pasar.

Me senté en el borde de la cama y respiré hondo, luego solté el aire, ya había pasado un mes después de la ruptura y no debería seguir torturándome con algo así.

Fuí a bañarme, con el ánimo por los suelos, no quería recordar tales cosas.

No sé si todos hagan esto, pero mientras me baño, me pongo a meditar sobre los acontecimientos que han pasado y sobre lo que puede llegar a pasar.

El mundo es muy ajetreado y no siempre te va como quieres, por mucho que lo intentes, lo que tenga que pasar pasará.

Esa mañana estuve solo en casa, mi mamá se había ido a trabajar y tenía la casa para mi solo por lo que restara del día.

Ya me habían dejado el desayuno preparado, listo para comer, y yo sin ganas...

Pasada unas horas, me encontraba otra vez en el colegio pensando en el porqué de mi situación sentimental, sentía culpa... a pesar de no ser culpable de nada, esos sentimientos de "Pudiste haber hecho algo" invadían mi cabeza como un enjambre.

Me sentía frente a un abismo insondable de angustia y despecho, no pensaba dejarme caer de ninguna forma, aunque tambaleaba cual ebrio.

Saliendo del salón me topé con un chico, Gaspar, anteriormente solo habíamos intercambiado un par de palabras ya que el es alguien de pocos amigos.
-¿Que tal?
+¿Ah? eh Bruno, hola, todo bien.
-¿A donde vas?
+Iba a la biblioteca, a hacer unas tareas.
-¿Puedo acompañarte?
+Pues... si ¿porque no?

Fuí con el, de todas maneras yo también tenía que hacer unas tareas, y que mejor compañía que Gaspar.

Estuvimos un largo rato haciendo las tareas sin interrupciones, y al salir nos sentamos en una banca para hablar.
-Por cierto Gaspar, ¿has conseguido novia?
+La verdad no, y no estoy interesado en una por ahora.
-Ya veo.

Gaspar siempre había sido una persona así, centrada en sus estudios, eran sagrados y primordiales, mucho más que cualquier amorío.

Mientras estabamos sentados, llegó Aria, venía algo cansada, quien sabe porqué. Nos hicimos a un lado para darle espacio en la banca y enseguida se sentó.
-¿A que viene ese cansancio?
>Pues, vengo del gimnasio, he estado entrenando sin descanso... mi cuerpo de floja videojugadora no soportará mucho.
+Deberías tomarlo con un poco más de calma, en intérvalos talvez.
-Si, no es mala idea, así no te cansarás tan rápido... ¿y a que viene que estés entrenando?
>Me uní al equipo de gimnasia.
-Vaya, eso suena bien.
+Nadamás no vayas a lastimarte, tómatelo con calma.

Gaspar y Aria son vecinos, se conocen desde hace un año más o menos, Gaspar se mudó de un estado un tanto rural hacia la ciudad, buscando un mejor futuro.

Durante las 5 de la tarde todo fué tranquilo, llegué a eso de las 6:30 a casa y me acosté en mi cama algo cansado de caminar, por mucho que fuese algo que hiciera todos los días, nunca me acostumbraba.

Cerré los ojos a eso de las 9 y me dejé caer en un profundo sueño, del cual recuerdo haber visto unas palabras.

-Pull and Fall.

No sé que podrían llegar a significar.
En el sueño me encontraba, sentado frente a una pizarra blanca, rodeado por un cielo oscuro con hierba seca amarilla rodeandome, soplaba un frío viento desde varias partes que me erizaba los vellos.

A mi venían imágenes extrañas de arena moviéndose como si fuera un río.

Miré a lo lejos y no se encontraba mas que una insondable oscuridad abrumadora, en ese lugar solo estaba la pizarra blanca con las palabras y yo.