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Mary — punto de vista.

Camine hasta la puerta de la casa de Harry y llame fuertemente para que alguien pudiera escucharme.

— ¡Ya voy! —escuché la voz de Iris desde el otro lado de la puerta. Ella salió torpemente de la puerta, casi tropezándose al salir, pero se sujetó del marco de la puerta. — ¡Hola! ¡Pero si eres tú, Mary!

—Sí, aquí está la nota vecinal—dije entregándole un papel.

—Oh gracias—lo recibió. Luego Iris hizo una mueca de confusión, luego pareció recordar algo y preguntó. —Hey, Mary, ¿hay alguien que te guste?

— ¿Qué?—chillé, sintiendo que el rojo invadir mis mejillas.

—Si, por ejemplo ¿Qué opinas de mi hermano Harry?

¡¿Qué?! ¡¿Acaso Iris sabe que a mí me...?!

—B-Bueno...Es...e...s q-que...a m-mí y-yo eh...—me puse nerviosa. ¿Qué se supone que tenía que decir?

¿Qué opino de tu hermano? Pues, ¡qué estoy enamorada de él desde que soy una niña!

— ¡Lo sabía! —ella grita.

Si... así es. Hace diez años....

Cuando era pequeña, cuando tenía 8 años los chicos del barrio siempre me molestaban por mi corte de pelo y mis gafas. Siempre era el centro de la burlas. Hasta que apareció...

— ¡Pero mira que fea eres!

— ¡Eres una niña miedosa! —ellos se burlaban de mí.

— ¡Ya déjenme en paz!—les grite mientras lloraba con todas mis fuerzas.

— ¡Niña llorona, niña llorona!—los 3 chicos gritaron a la vez, mientras que uno de ellos me empujo con fuerza haciendo que yo cayera al suelo.

— ¡Hey! —todos volteamos a escuchar una voz detrás de nosotros. — ¡Déjenla!—ordeno.

El chico misterioso corrió hasta mí, posicionándose enfrente de mí. Protegiéndome.

— ¡Anda! ¡Fuera de aquí!—gritó con fuerza, haciendo que los demás chicos se asustaran.

— ¡Corran chicos! ¡Ya me las pagaras por esto!—uno de ellos grito corriendo junto con sus otros dos amigos.

Cuando se fueron aquellos chicos me quede sola con mi salvador. Con mi príncipe...

— ¡Muchas gracias, de verdad!—le dije detrás de él, pero no podía ver su rostro porque él estaba de espalda, hasta que se volteó. Llevaba una gorra azul, y tenía una cicatriz en la mejilla en forma de cruz.

Solo me sonrió mientras se limpiaba la nariz con su dedo índice, pasándolo por debajo de sus fosas nasales.

Me ayudó a ponerme de pie y luego se apartó corriendo sin decirme nada. Estaba tan segura de que él era mi ángel guardián o algo parecido. Justo después de ese día, mi madre tenía que juntarse con los vecinos de en frente para una celebración que se haría en el vecindario. Nunca había ido para allá, pero sabía que tenían un hijo de mi misma edad, o sea, Harry.

— ¡Es increíble! —le dije a Harry mientras le contaba mi historia. — ¡Es mi príncipe azul!—dije emocionada.

— ¿Oh? ¿Un príncipe?—respondió Harry con la misma emoción. Él estaba muy emocionado de oír mi historia.

—Sí —asentí con mis mejillas sonrojadas. —No sé quién es, ni donde está, pero es alguien increíble.

—Ya estoy en casa— dijo una voz mientras la puerta de la habitación de Harry se abría, dejando ver la figura de... ¡De mi príncipe!

𝖲𝗈𝗅𝗈 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇 𝗏𝗂𝗋𝗀𝖾𝗇. ☞ Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora