—Happy birthday to you!
El grupo terminó la clásica canción que se acostumbraba entonar en los cumpleaños desde que se comenzaron a celebrar en su país. El turno de fungir como festejado le correspondió a nadie más que uno de los mismísimos reyes de los juegos: Yugi Muto.
Sin duda ese último había sido su año de vida con los mayores cambios, emociones y logros para él. Un año en el que consiguió crecer en varios aspectos de su vida, aunque mucho de ese crecimiento se atribuía a eventos no muy gratos.
Jamás imaginó que completar aquel rompecabezas lo llevaría por una serie de peligros y retos cada vez más complicados. Un simple objeto cambió por completo el rumbo de sus jornadas, siempre pasando de una odisea a otra entre lágrimas y risas. Cada paso que daba lo llevaba por un sendero incierto que estaba agradecido de haber podido recorrer en compañía de gente en la que confiaba plenamente.
Esa etapa había concluido con un encuentro un tanto amargo. En el momento en que los dioses marcaron su destino y declararon su derrota en aquel duelo ceremonial, se desataron contrariedades confusas respecto a su sentir.
No existió una despedida que desencadenara lágrimas de tristeza, pero sí una caída unida a algunas lágrimas de desilusión en su interior que no dejó salir nunca. Una parte de él estuvo feliz de no tener que perder a su amigo más cercano, pero otra tenía frustración de no poder mostrar su avance y su poder en todo su esplendor.
Algo le decía que había dejado esa tarea inconclusa al no otorgarle paz eterna; era lo mínimo que podía hacer por haberle ayudado a abrir su mente y brindarle valentía. Quizás en ese sentido, tenerlo a su lado era una fortuna para poder retribuir todo lo que había hecho por él; sería su turno de guiarlo y mostrarle cómo adaptarse a un mundo nuevo y desconocido.
Desde aquel momento, su doppelgänger fue dotado con una forma corpórea, ya no viviría más como un simple espectro. Fue algo que ninguno se esperaba y que causó cierta confusión entre la gente que no los conocía como individuos. Aún recordaba la expresión de su madre cuando los vio a ambos con algo de espanto al concluir que desvariaba con una "réplica" de su hijo. Una situación bastante incómoda y difícil de explicar, pero que finalmente formaría parte de una de las tantas anécdotas que podría recordar con alegría y nostalgia en el futuro, junto a las que se fueran dando con el paso del tiempo.
Cada experiencia formaba un fragmento especial de aprendizaje para sí mismo que no se atrevería a cambiar nunca. Estaba orgulloso de todas ellas, desde las que había construido por su cuenta hasta las que elaboró en compañía de sus amigos. Amigos que no lo defraudaron en ningún momento pese a cualquier circunstancia negativa y que estaba seguro jamás lo harían. Eran amigos a los que apreciaba como uno de los tesoros más grandes obtenidos por su propio mérito.
—Oye, Yugi, ¿por qué no pides un deseo antes de apagar las velas? —le preguntó Jonouchi emocionado, dándole un leve empujón con el codo en el brazo.
Su vista se fijó en el gran pastel enfrente con forma de hamburguesa, adornado con unas cuantas velas al centro, mientras todos coreaban afirmaciones ante la idea del rubio.
Sin duda sus amigos habían sido muy creativos a la hora de escoger las decoraciones de su pequeña fiesta en el restaurante, llena con globos y carteles relacionados al Duelo de Monstruos, y podía darse idea de quiénes habían estado a cargo del pastel. Tal vez no era una celebración grande, pero le bastaba con tener a todos los miembros de su grupo a su lado... o bueno, casi todos.
Hacía falta una persona. Una persona que le pareció extraño no encontrar cuando Anzu removió la venda de sus ojos para ser recibido por un grito alegre de bienvenida. Le entristeció por un momento no verla, pero prefirió ocultarlo para no preocupar a nadie; después de todo, se habían esforzado bastante en darle una agradable sorpresa como para arruinarla con preocupaciones.
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Deseo de cumpleaños (Yugi y tú)
FanfictionUn pequeño One-Shot con motivo de una fecha muy especial para uno de nuestros queridos tricolores.