El caso de Brenda Cannon.

Un día 14 de Noviembre hace 26 años, Brenda Cannon se graduó en leyes en Pittsburg, Pensilvania, sus padres estaban orgullosos del logro de su pequeña hija, quien era la menor de tres hermanos; sus hermanos Brandon y Brianna tenían sus familias por aparte pero eran muy cercanos a Brenda.

El día siguiente quisieron celebrarlo, fueron a al restaurante favorito de Brenda, Brundle's. Allí la esperaba toda su familia, pero la chica nunca llegó. Brianna llamaba a su celular pero éste se encontraba apagado; preocupados decidieron llamar a sus amigos, quizás ellos la habrían visto en algún lugar, ya que ella nunca salía sin avisar.

Habían pasado cinco horas desde que no sabían nada de la chica, esperaron a la noche pero Brenda seguía sin aparecer.

Al día siguiente por la mañana, no duraron en llamar a la policía al ver que no había rastro de la chica, el único problema era que la chica debía tener cuarenta y ocho horas de desaparecida para que la policía investigara el caso, de manera que la familia sólo llamó a todos sus conocidos y salieron a buscarla, intento que fue en vano, no la encontraron por ninguna parte.

Su familia decidió esperar, la chica debía tener una buena excusa, ya estaban cansados y hasta molestos, aunque muy por dentro sabían que Brenda no haría una broma de tal nivel, pero de igual manera sólo podían esperar.

Caída la noche, la madre muy angustiada y desesperada junto con su marido, pensaban lo peor. Sus hermanos quienes intentaban consolar a sus padres se estaban dando por vencidos, Brenda nunca les había jugado una broma a sus padres, teniendo en cuenta que éstos no podían llevarse sustos ni sorpresas debido a sus enfermedades.

Brandon decidió regresar a su casa a dormir y sí había alguna noticia que llamaran, al día siguiente tendría que trabajar a diferencia de Brianna, la hermana avisó a su esposo que se quedarían esa noche en casa de sus padres para cuidarles y esperar alguna noticia de su hermana menor.

Al pasar las horas, Brianna y sus padres se encontraban sentados en el sofá, esperando algún indicio de Brenda, pero al igual que todas las noches anteriores no pasó nada; aunque no perdían las esperanzas. Esperaron el amanecer juntos, no durmieron esa noche.

Eran ya las 8:00am, Brianna y sus padres recibieron algunos familiares que llegaron a saludar y estar al tanto de lo que ocurriera.

Pasaban las horas y sólo esperaban la hora de pedir ayuda de nuevo a la policía, no sabían qué hacer por Brenda y a decir verdad, no había mucho que hacer por ella.

Al caer la tarde, no duraron ni un segundo en avisar a la policía las cuarenta y ocho horas transcurridas desde la desaparición. La policía empezó a buscar por la zona de su universidad, donde se suponía que estaba la chica antes de desaparecer sin dejar rastro; preguntaron a sus profesores sobre qué sabrían de ella a lo que ninguno pudo dar una respuesta, una compañera suya que se encontraba en el lugar, dijo la chica le había comentado hace algún tiempo que había conocido a un tipo por Internet y que habían quedado de verse ese día, la policía le hizo algunas preguntas como si ella sabía algunos datos de la persona, como nombre o edad, a lo que ella negó, Brenda nunca hablaba sobre chicos que conocía, era muy reservada.

Accedieron a sus redes sociales y lo encontraron, el nombre que salía en su perfil era Joshua Stevens. Buscaron en el registro pero no encontraron ningún Joshua Stevens que concordara con el tipo de la foto en la red social, buscaron su foto por la web y encontraron muchos perfiles de diferentes redes sociales con la misma fotografía y todos tenían un nombre diferente, ninguno de ellos concordara en el registro como había sucedido con Joshua Stevens.

Pasaban los días y buscaban sin hallar ningún tipo de indicio que les ayudara a descifrar el paradero de Brenda.

Habían encontrado una conversación donde Brenda y el hombre hablaban sobre celebrar su cumpleaños cuando saliera de la universidad e irían a dar un paseo luego de que el tipo la invitara a su casa en Greensburg, no muy lejos de su casa en West Mifflin.

Enviaron a unas patrullas a investigar el lugar mientras el detective Cox investigaba más aquellos perfiles para ver si encontraba alguna información sobre el hombre; encontró algo en lo que todos concordaban.. Todos los nombres pertenecían a personas muertas, habían sido asesinadas y no habían encontrado al asesino quien al parecer sería el hombre de la foto.

Joshua Stevens, Jeremiah Richardson, Rick Smith, Vince Potter eran algunos nombres de aquellos hombres que habían sido mutilados y torturados hasta morir.

En el registro existía una foto de un hombre con los mismos rasgos faciales al tipo de Facebook, con el nombre de Maurice Geller. El detective inmediatamente llamó a los oficiales que habían ido al lugar y les advirtió sobre Geller.

Al llegar a la dirección del tipo, sus oficiales estaban afuera de la casa, apuntando hacia ésta con sus armas le gritaban a Maurice que saliera con las manos en alto.

Después de unos minutos de espera, Maurice salió con las manos en su cabeza diciendo que nunca encontrarían a Brenda, le arrestaron y lo llevaron a la estación mientras otros revisaban la casa en busca de la chica. Revisaron toda la casa, encontraron una que otra cosa personal de Geller, pero ni rastro de Brenda, el hombre verdaderamente había escondido bien todas las pistas, excepto una.

La madre aseguró que Brenda llevaba una bufanda azul de rayas blancas tejida por ella misma. En la casa de Geller, en el patio encontraron una bufanda con éstas mismas características, ésta se hallaba enredada en la rama de un gran árbol, que se encontraba en la orilla de un río bastante profundo.

Además, en el sótano encontraron una cuerda y unas vendas húmedas, una de éstas tenía algo incrustado en ella; las mandaron al laboratorio para analizarlas, los resultados decían que se trataba de pedazos de uñas, tenía el ADN de Brenda.

Siguieron buscando el cuerpo por tres días más, Cannon no se encontraba en la casa, pero los detectives encontraron algo que quizás podría ayudar, una foto. En ésta se podía observar un niño, quien al parecer sería Maurice Geller, en el fondo de ésta se apreciaba ver un granero.
El detective Cox sospechaba sobre aquel granero por lo que no dudó en enviar patrullas al lugar.

Luego de una media hora le avisaron a Cox haber encontrado el cuerpo sin vida de Brenda, efectivamente éste se encontraba en el granero perteneciente a los Geller.

Al llegar al lugar y revisar el cuerpo, se dieron cuenta de que la chica había sido torturada antes de fallecer.

Investigando los hechos salió el resultado de que Geller había invitado a Cannon a su casa, al ella darse cuenta de sus malas intenciones intentó huir pero Geller la secuestró, la torturó hasta que Brenda casi no se movía, la llevó al río que había detrás de su casa, donde la amordazó con una de las vendas encontradas y luego la ató con la cuerda para luego dejarla caer al agua; Brenda alcanzó a sacar una de sus manos e intentó quitar la venda con desesperación, lo que explica las uñas incrustadas; no pudo quitarla y se quedó sin aire, luego de este tiempo Maurice la sacó del río, la llevó al granero para ocultarla y removió la cuerda y las vendas, las guardó en el sótano e intentó no dejar evidencia.

Pero siempre hay algo que se les escapa, algo que ayudará a la policía a encontrarlos.