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A veces simplemente crees que lo has perdido todo, olvidas los motivos por cual sonreír, te cuestionas sobre tu elección de vida ¿por qué sacrificar todo por el resto, cuando nadie hace nada por ti? , después de todo comprendes que tu felicidad ya fue sacrificada por toda una ciudad ¿realmente valió la pena?

Desde que Jim Gordon comprendió que no había vuelta atrás con Lee Thompkins, su vida había perdido un sentido, tenía menos esperanza en todo, incluso cuando todo su sacrificio por la ciudad de Gotham, parecía en vano, se sentía más solo que nunca, incluso teniendo a grandes amigos como Bullock, Alfred y el pequeño Bruce aunque ninguno de ellos podía devolver ese brillo que tenía al comienzo había alguien que quizás lo haría un viejo amigo al que el detective nunca consideró como una real amistad, pero por más que este lo traicionara siempre estaría ahí para él, apareció por  la puerta del pub que sabía que lo encontraría, rápidamente Firefly y  Fries lo apuntaron con sus armas, entre la gente caminó Oswald y se acercó

—¿pero miren quien está aquí? mi querido y viejo amigo Jim Gordon— exclamó, Bridgit y Victor miraron esperando que dieran la señal de atacar, pero al parecer el pingüino se lo tomaba con calma —bajen las armas... mi viejo amigo y yo tenemos que conversar— mencionó , le hizo una seña para que lo siga, hasta el back, del local dónde tenía su escritorio, tomó dos vasos antes de sentarse, para servir de una botella del whisky que estaba encima, le dio uno a Jim cual ni si quiera bebió y se quedó esperando que dijera para que lo había ido a visitar 

 —Necesito un favor— exclamó, por lo que Oswald comenzó a reír fuertemente, luego que la ultima vez que trataron Jim lo traicionó entregándolo a Edward  quien quería matarlo

  —oh dios ¿en serio?— cuestionó con sarcasmo, Jim estaba avergonzado, sabía que no merecía nada, lo que no tenía claro por qué lo intentó de todos modos, así que se levantó de la silla, en dirección a la puerta —ni si quiera me has dicho que es lo que quieres— exclamó Oswald, entonces volteó 

—debo encontrar a Lee y curarla... se que al perdonarle la vida a Hugo Stranger, ahora trabaja para ti, entonces cuando la encuentre, quiero que le pidas una cura para ella, más bien que le ordenes que lo haga, se que él puede hacerlo—responde Gordon

  —¿y que gano yo? osea me pides que ayude a tu mujer, para que luego vuelva a ser normal, y sean la familia feliz que siempre soñaron ser, ¿y que hay de mi, que gano yo con hacer eso? tu sabes que nada es gratis querido Jim—     

  —Lee me odia, y me seguirá odiando, pero no puedo vivir sabiendo que ella está así por mi culpa, si vuelve a la normalidad, se que dejará Gotham, se irá para siempre, volverá a conocer a alguien, superará lo que pasó conmigo, lo que le hice a Mario, y podrá ser feliz... y eso es todo lo que quiero— las sinceras palabras del detective lograban convencer a Oswald

—está bien, ordenaré una búsqueda por tu mujer, y le diré a Hugo que la cure... pero tú me deberás un favor—  dijo mientras sonrió —en realidad dos, por la traición que me hiciste— agregó, Jim sabía que no merecía nada de Cobblepot, pero aún así lo ayudaba, no pudo evitar acercarse y darle un abrazo de agradecimiento

—si lo haces, estaré infinitamente agradecido—

—no entiendo como a pesar de todo, quieres lo mejor para ella, la única vez que me enamoré, maté a su amada— mencionó recordando con gracia lo que pasó con Isabella, lo que en un momento se arrepintió, ahora solamente era un recuerdo un tanto divertido, aunque no podía negar que por mucho que se esforzara en odiar a Ed, una parte de él no podía dejar de amarlo.

—yo no entiendo como me ayudarás a pesar de traicionarte pero bueno, gracias de todos modos— exclamó sonriendo, estaba contento porque él había accedido a ayudarlo, esa sonrisa también contagiaba a Oswald, ver que Jim se iba contento gracias a él, lo ponía contento de igual manera.              

***

 Jim estaba con Bullock en la oficina, hablando respecto a un caso cuando de pronto sonó su celular, este contestó sin mirar la pantalla así fue que  en cuanto escuchó la voz de Oswald se colocó un poco nervioso, su amigo no podía saber que estaba tratando con él, otra vez. Salió de la oficina para escuchar con claridad lo que tenían que decirle, y no pudo evitar sonreír en cuanto escuchó ''Tenemos a Lee, ahora Hugo está tratando de salvarla'' , el detective entró a la oficina del comisionado Bullock 

  — tengo algo importante que hacer—  dijo, saliendo rápidamente hasta el lugar que sabía que iba a encontrar a Oswald, en cuanto entró, se sorprendió que no había nadie más que él, no pudo evitar correr a abrazarlo.

—No me esperaba que te alegrara tanto verme— exclamó el pingüino manteniendo su sonrisa, Jim lo miró también sonriente 

—en serio gracias, no se que decir— exclamó

—no me des las gracias aún, Stranger está haciendo lo posible por encontrar una cura para el virus, pero no te aseguro que la encuentre—  mencionó

—de todos modos, ya estás haciendo demasiado por mi Oswald, cuando estoy consiente que no lo merezco... quiero pagarte esto de algún modo, incluso rompiendo las normas ¿estaríamos a mano si matara a Nygma?— cuestionó Jim, ante esa pregunta él borró su sonrisa, a pesar que quería verlo muerto,  escuchar así de golpe la opción de que eso ocurriera, le costaba asumir, claramente porque aún existía amor

—haré eso con mis propias manos, esto es algo personal Jim, no debes por qué involucrarte tú en ello— dijo, para no ser obvio con sus sentimientos 

—te recuerdo que estuve en prisión por culpa de Ed, además de que ahora está con mi ex novia Barbara— exclamó, Oswald frunció el ceño 

—¿estar de estar juntos... como pareja?— cuestionó curioso, sintiendo algo de celos 

—¿no lo sabías?— cuestionó Jim sorprendido 

—con mayor soy yo quien debo matarlo y de paso igual acabar con Barbara —gruñó herido, aquello le hizo entender a Gordon que no tenían mucha diferencia, ambos eran hombres heridos por el amor,  sintiendo una conexión diferente con él, algo difícil de explicar.  

                 

In My Darkest HourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora