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Pasando los meses, habían días que solo había crímenes menores, lo que implicaba un simple robo, o alguna que otra pelea callejera, desde la muerte de Sofía, la paz había caído en Gotham, todos realmente todos hablaban de lo bien que estaba la ciudad, y del héroe que era James Gordon, sin saber que James solo estaba vivo por una razón...  Oswald Cobblepot, el villano quién silenciosamente y bajo perfil, comenzaba a formar su imperio, con  su night club, tenía la fachada perfecta a los negocios ilegales, dónde no solo se vendía alcohol. Este comenzaba a tener el dinero suficiente una vez más, para pagarle a sus hombres, quienes ayudaban a formar un nuevo reino, sabía que haría una nueva aparición en Gotham y sería a lo grande, fue así cuando de pronto su empleado, el sexy hombre de músculos perfecto, cabello negro y ojos azules, le traía el correo  

—Gracias Finn— exclamó, recibiendo un sobre blanco con diseños

—De nada Jefe— responde el trabajador de Oswald, asiente y se retira, cuando Cobblepot queda solo,  lo abre y era una invitación a la boda de James Gordon y Lee Tompkins, sonrió ante la nota de este, la metió dentro del mismo sobre y con una sonrisa la lanzó al fuego, sabía que era la fecha perfecta para hacer su ingreso, dónde las noticias de su querida ciudad ya no sería James Gordon contra el crimen, si no que sería ''él Pingüino rey de Gotham''

—¡Finn!— gritó, entonces su empleado fue rápidamente 

—Mande— exclama bajando la cabeza dispuesto a obedecer todo lo que dicte su jefe

—quiero uno masajes de los que ya sabes... vete a preparar la habitación— exclamó, este sonrió

—entendido jefe— exclamó, Oswald fue hasta su habitación para colocarse la bata,  de pronto ve que su empleado tenía la camilla de masajes lista, una mesa a su lado con los implemento que usaba, Cobblepot se retira la bata y se acuesta, entonces el chico comienza a darle masajes, cuales relajaban bastante  a su jefe

—Sigue así Finn— susurró bastante relajado con los ojos cerrado, este se acercó más a él para susurrarle al oído 

—lo noto Tenso, amo, ¿le gustaría relajarse de otra manera?— cuestionó

—¿para que preguntas si sabes la respuesta?— cuestionó Oswald con algo de ironía y algo de lívido fue entonces que el sirviente de Oswald comenzó a besarle el cuello, y la espalda, Oswald sabía exactamente en que terminaría eso, desde que Edward se fue básicamente compró un ''Prostituto'' para que hiciera todos los labores de encargarse del hogar, y de paso sea quién llene su deseos sexuales, ante la ausencia de Nygma, la persona que nadie sabía dónde estaba.

cuando finalmente terminaban, él chico se vestía y volvía a sus labores  mientras que Oswald solo miraba como se retiraba el sexy chico, costaba creer que se estaba follando a alguien así de guapo, quién literalmente lucía como un modelo, pero eso no ayudaba, ya que no hacía más que sentirse vacío, ni un millón de relaciones sexuales con mil modelos de los más guapos del mundo, iban a llenar el vacío que dejaba Nygma.

*** 

Los días pasaba, recordaba que se acercaba la boda de su viejo amigo James y Lee, el día dónde todos hablaban, toda la ciudad veía como un héroe a James Gordon, Oswald a pesar de no hablar con él, sabía exactamente cada movimiento del policía,  sobre su falsedad de que salvó la ciudad solo, dónde que gracias a Oswald vivió, todo no fue más que un secreto, pero el día de la boda toda esa falsa llegaría a su fin, su plan era una persona que solo buscaba enloquecer la ciudad, para causar el caos, posteriormente él sería el encargado de detenerlo, logrando tener el respeto de todos, una vez más.

In My Darkest HourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora