Narrado
Volvieron los partidos internacionales, volvieron los constantes piques... Y ahora aún más, al saber que el Real Madrid quedó campeón de Liga.
Como en cada una de las convocatorias, todos se vieron las caras en la ciudad de deportiva.
Esta vez, el pique había llegado demasiado lejos, y en cada extremo del hotel, los jugadores de los dos más dominantes de España hablaban entre ellos.
—Chicos —Álvaro llamó la atención de los madridistas—, ¿qué hacemos con los demás?
Sergio Ramos se volteó y observó como los demás convocados miraban curiosos la escena.
—Da igual —respondió indiferente el capitán blanco—. ¿Acaso nos importa?
—Capi —murmuró Isco—, necesito hablar con Sergi.
Todos lo miraron con cara de asco.
—Vete con los culés, si tanto lo deseas.
—Se ha llevado mi... —Isco se vio interrumpido por la mano de Lucas en su boca.
En la otra parte de la sala, los culés solo se dirigían miradas.
—Psss... ¿Puedo unirme?
Thiago Alcántara los miró esperando alguna respuesta. Piqué tiró de él hacia dentro del círculo.
—Yo también quiero... —Bartra susurró detrás de Gerard. El catalán también lo unió y se cruzó de brazos.
Tras varios minutos en silencio, Andrés estalló:
—¡ME QUIEREN DECIR QUE ESTUPIDEZ ES ESTA!
Se volvió a formar un murmullo en todo el hall del hotel.
—Me han insultado y nos han restregado el título... ¿Qué piensas que íbamos a hacer? —interrogó Piqué mordiéndose el labio inferior
—Callarte, como durante todos estos minutos.
El tinerfeño, Pedrito, se unió al círculo. Él mismo se hizo paso para que no lo echaran.
Eso último hizo que la bomba de Piqué estallase. Cambió de rumbo y fue directamente hacia Ramos.
—¡Ni se te ocurra! —exclamó el jugador canarión, David Silva. Al ser tan pequeño y Piqué teniendo una gran estatura, no puedo con él.
—¿Qué andas diciendo sobre mi? —interrogó Piqué, haciendo paso entre los madridistas.
—¿No lo has oído? —rió, acercándose hacia él. Tras Ramos venía Carvajal, listo para descargar—. Piqué, cabrón, saluda al campeón.
—Oye, pues otra liga después de cinco años no venía nada mal...
El equipo catalán también se acercó. En cambio, los jugadores que no iban hacia ningún equipo, se alejaron para no armar barullo.
—¿Y la Champions? —replicó Carvajal—. ¿Se os quedó atrás? ¿O necesito recordarte que os sacamos seis orejonas?
—¿Yo necesito recordarte que te saco veinte títulos más? No te metas en esto, enano.
—¿Como que enano? —eso enfureció a Daniel, que levantó la mano para darle un puñetazo, pero Lopetegui se metió en medio, frenándolo.
—Le llegas a pegar y te saco de la concentración.
El entrenador se colocó bien el traje y negó mirando a ambos contrincantes.
—Déjense de estúpidas peleas, el Madrid ganó y si ganó fue por algo.
—Por todas las trampas que hizo —refunfuñó Jordi.
—Estáis avisados —impuso Julen—. Como yo vuelva a ver alguna pelea más, hablo personalmente con la federación para no participar en el Mundial.
Todos negaron y le rogaron al entrenador a perdonarlos. Él apartó con cuidado a los jugadores y abandonó el hall.
Sergio, para terminar, susurró:
—Sigue hablando, venga, sigue hablando.