Barbie [OS] |LS|

Capítulo Único

El único sonido además del de la lluvia es el de los cubiertos chocar contra los trastos de porcelana. Louis hace todo por ignorar el silencio incómodo de sus padres y concentrarse en la cantidad de calorías que está consumiendo con cada pequeño bocado, pero no puede evitar sentirse nervioso. Creyó haber escuchado a sus padres hablando ayer sobre algo que definitivamente no le agradó.

-Ya tomamos una decisión. Realmente no deseábamos hacer esto, pero vamos a internarte -el joven abre mucho los ojos y niega con la cabeza, dejando caer los cubiertos sobre el plato.

-No pueden hacerme esto. Por favor, sólo... sólo mírenme -Louis Tomlinson mira su -inexistente- estómago con una mueca-. Estoy tratando de hacer desaparecer esta horrible grasa. ¿Por qué es malo? ¿Por qué deben internarme si estoy cuidando mi cuerpo?

Johanna baja la mirada y entonces se pregunta qué ha hecho mal. Ella nunca lo vio gordo, ni siquiera lleno. ¿Había alguien ahí afuera molestando a su bebé y ella no se había enterado? ¿Qué clase de madre era?

-Hijo, tienes una idea incorrecta de tu cuerpo -el hombre coloca la mano en su hombro y lo aprieta fuerte. A pesar de no ser su hijo legítimo, Mark lo adora como si fuese suyo; y sabe lo difícil que es para Johanna separarse de lo único que tiene.

-Es ciego el que no lo nota, papá -Louis rueda los ojos desesperado. Se ha cansado de tratar de hacerles ver que no está bien. No habría necesidad si lo dejaran en paz, pero lo único que ellos hacen es decirle todo el tiempo lo "delgado" que está y recriminarle porque suele contar siempre las calorías.

-No es algo que vayamos a discutir, ya llevamos suficientes años tratando de arreglarlo con doctores y no cooperas. Esta vez tuvimos que tomar medidas drásticas, así que simplemente comienza a empacar tus cosas porque mañana te llevaremos a la clínica.

-No, por favor -Louis mira directamente a su mamá, sabiendo que es capaz de hacerla ceder-. Prometo ir con un doctor de nuevo. Y prometo hacer lo que me pida, pero no quiero ir a un internado.

Johanna muerde su labio y mira a Mark, quien continúa firme.

-Ya te dimos suficientes oportunidades. Obedece y-

-Por favor, por favor -se sentía horrorizado con la simple idea de estar en un lugar de esos. Su ex-mejor amigo, Zayn, que sufría de lo mismo, le contó que una vez estuvo en uno. Le dijo con terror cómo los obligaban a comer incluso postre, y los cuidaban siempre para que ni siquiera tuvieran la oportunidad de vomitar o de castigarse a sí mismos por haber cedido ante el hambre y el antojo. Parecía el mismísimo infierno y no quería sufrirlo-. No quiero ir a un lugar de esos. No me hagan esto.

-Ya te he dicho que-

-Ve a tu habitación -Johanna interrumpe a su esposo-. Mark y yo lo discutiremos en privado.

Louis contiene una sonrisa. Ha ganado. E incluso su mamá acaba de liberarlo de terminar...

-Tu comida. Llévatela y quiero ver ese plato limpio.

El de ojos azules bufa en silencio, pero obedece. Toma con cuidado el plato entre sus manos y sube los escalones con lentitud, alcanzando a ver el rostro molesto de su padre.

Entra a su habitación y coloca el plato sobre la mesita de noche. Se recuesta boca arriba, pero luego de unos segundos recuerda lo malo que es para la digestión porque acaba de "comer" y se levanta de un salto. Se queda de pie y mira la comida al tiempo que tuerce los labios.

-¿Qué voy a hacer contigo? -susurra sin dejar de mirar los alimentos. No piensa desperdiciar la oportunidad. Sólo debe encontrar la forma de desintegrarlos mágicamente para que sus padres crean que comió.