Me desperté con una gran sonrisa en el rostro y suspirando de alegría. Hoy cumplía 18 años y por estaba súper emocionada.
Me levante de mi cama calentita para meterme a la ducha, me enjabone todo el cuerpo cantando al ritmo de la música de mi móvil. Me lave el cabello y cuando termine con toda la rutina de siempre, salí de la ducha y me envolví en una toalla, mi cabello estaba empapado, me había olvidado de traer mis ojotas asique estaba mojando todo el piso.
Mamá iba a matarme.
Solté una risita metiéndome en mi habitación, me seque y fui hasta el closet a elegir la ropa que me pondría hoy. Elegí un pantalón ajustado de jean azul oscuro con una remera blanca, arriba una de mis características camisas a cuadros en azul, botas negras y un gorrito rojo en mi cabeza, delinee fino mis ojos con color negro y ya estaba lista.
Baje las escaleras dando saltitos y sonriendo a más no poder. Cuando estaba llegando a la cocina me pare y puse mi mano sobre los ojos risueña.
- ¿Puedo pasar?- note como mamá se asustó ya que pego un pequeño grito.
- ¡Sofía me asustaste!- se rio- ¿Por qué estas tapando tus ojos?- tomo mi manos y las bajo
- Porque...- cuando me destape los ojos y no vi nada en la cocina, ni globos, ni un pastel o música y familia, me desilusione, tal vez lo habían olvidado- pensé que...- esta vez fue mamá la que me interrumpió.
- No importa- sonrió- tengo que mostrarte una cosa- dijo agarrándome de la muñeca y arrastrándome fuera de la cocina.
No entendía nada, ¿Qué había pasado?, todos los años sin falta, cuando me despertaba, mi familia tenía preparada una gran fiesta.
Algo había pasado y eso me preocupaba.
- Mamá detente- me pare en seco- ¿Qué está pasando?- ella sonrió.
- Esto- dijo abriendo las puertas de la sala de estar que estaba del otro lado de la casa.
Mi cara de asombro fue única, la sala estaba decorada con muchísimos globos que flotaban en el techo, fotos mías con mi familia y amigas por todos lados, un pastel gigante con mi cara en el sobre la mesa del centro.
Estaban mis dos hermanos pequeñitos, Lucas de 7 y Liam de 6, mi hermana Luciana de 15, mis papas, tíos, tías, algunos primos y mis mejores amigas Julieta y Mariana.
- No puedo creerlo- grite emocionada, todos rieron y de a poco... NO MENTIRA... todos se abalanzaron sobre mí como una estampida de elefantes. Ellos querían asesinarme.
La mañana fue pasando entre risas, anécdotas y videos que habían editado mis primos.
Cuando llego la hora del almuerzo vi que mamá había preparado una cantidad de comida como por un batallón, pizzas, hamburguesas, sándwiches, nutella, hot cakes, y demás.
Después de todo llego el momento más esperado (y no es que sea una interesada, pero ¡Vamos! ¿Quién no espera con locura y ansiedad el momento de la entrega de regalos?).
Me habían regalado mucha ropa (cosa que amaba), perfumes, fundas para mi celular, chocolates, plata y demás.
Los últimos que faltaban por entregarme mi regalo eran mamá y papá, que se acercaron a mí y me dieron un sobre pequeño pero alargado, mientras se dibujaba en sus rostros una enorme sonrisa y a mamá se le llenaron los ojos de lágrimas.
- Ho mamá, no llores- dije abrazándola aun sin abrir mi regalo, suponía que era plata.
Sabía que ellos trabajaban muy duro para traer lo que necesitábamos para la casa. Y si no hubieran tenido un regalo para mi hoy, hubiera estado bien, ya que ellos se habían esforzado demasiado en este cumpleaños.
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¿Que Hicimos Mal?
RandomEstas son las historias aisladas sobre adolescentes que fueron victimas de atentados, masacres y tragedias en general, contadas desde las experiencias de cada uno de ellos/as. Aclaro que las historias obviamente NO SON REALES, es todo creación mi lo...