El castigo de la hormiga kawaii (cuento)

45 1 1
                                    


No todos los planes y soluciones salen bien o acaban como uno quisiera, pero siempre tengamos el resto de la dignidad de aceptarlos con algo de alegría. En una parte del país, en cualquier otra casa, en el patio trasero, coexistían entre si una colonia de hormigas rojas, como en todo sistema y en toda sociedad la epidemia de la ignorancia y la extrema estética carcoman casi todas las mentes. Nuestra protagonista de esta historia veía como las hormigas obreras y zánganas admiraban mucho a una hormiga que era muy kawaii para la mayoría de la colonia. Le hacían muchos favores a la hormiga kawaii, incluso si quería podía estar toda una estación sin trabajar y nadie se quejaba, le llevaban porciones de azúcar, frutas y hojas, era consentida con miles de versos halagadores por donde circulaba, las obreras de la colonia pensaban más en la ternura de la hormiguilla que en su reina, se solía correr un rumor por ahí de que los principales zánganos harían un golpe de estado o mejor dicho de hormiguero, para sacar cagando a la vieja, culona y fea reina, para así la hormiga kawaii asumiera el trono. Rumores...rumores... una rutina que parecía no acabar y una protagonista que se había hartado. Un día decidido nuestra protagonista y otras hembras que militaban en el partido "no a la hormiga especial, viva nuestra reina" se dispusieron a tomar mano al asunto y tratar de buscar una solución, una de sus amigas le recomendó 2 vías muy convincentes, le dijo que podía elegir entre 2 opciones. La primera era que ella se volviera más kawaii y glamorosa que la misma enemiga y así convencer a los demás de lo idiotas que son al ser bastante pajeros/as por un solo individuo; o la otra opción era acudir al leviatán que vivía en el templo colosal a unos 10 metros de la colonia (su amiga le apunta por la ventana hacia su destino, *que sería lo que los humanos llamamos casa*). -Tendrás que captar la atención del coloso para que te conceda el deseo de encargarse de la hormiga kawaii- (le dijo su amiga). Eran muy seductoras las ideas que le ilumino su amiga, pero honestamente quería ver sufrir a la malvada y vaga hormiga kawaii, entonces se decidió en tomar la opción 2. Decidida estuvo por emprender su diminuto y largo viaje, luego ve que su amiga viene a su frente a advertirle algo con apuro, -dicen por ahí los ancianos sabios que nunca hay que molestar al leviatán al atardecer, porque ahí es cuando vuelve de su debate contra los titanes, durante parte de la mañana hasta la tarde no está presente, así que solo parte al alba o a la noche- (le aconsejo). Captado el mensaje claro, espero hasta el próximo renacer del día para empezar su odisea. Ya al otro día, partió demasiado temprano antes que los pelos lacios del sol se asomaran por el horizonte, tardó unos 28 min. a llegar a su destino (recordemos que las hormigas sino están en grupo o en trabajo de recolección, son muy torpes en coordinación), esta por abrir los ojos la luz del alba y nuestra protagonista ya ingresada en el templo vio al coloso descansando en su trono (que es un sillón para nosotros los humanos), la protagonista le habla pero no le escucha, le grita pero no le escucha, caga un terroncito de excremento blanco y se lo lanza, pero también nada... Así que sube a su trono, se le acerca a uno de los dedos de la mano y se los muerde, el coloso se incomoda, se despierta y sale apurado hablando en una lengua que la hormiga no entiende, en nuestro idioma obviamente "el humano" esta diciendo:-mejor me apuro y salgo rápido para el trabajo-. El coloso abre un portal y desaparece (que sería la puerta de la casa), desilusionada nuestra protagonista vuelve al hormiguero. Ya a la luna en el cielo y el firmamento vestido de luto, la hormiga vuelve a intentar suerte, tarda otros 28 min. en llegar al templo, pero el coloso no estaba allí en el trono, la hormiga lo escala otra vez para ver mejor las cosas y desde allí se lo veía como estaba tumbado junto a una venus (su mujer) sobre un cuadrilátero altar (que sería su cama). Tarda unos 10 min. en llegar a una torre con un pequeño astro luminoso (que sería la mesita de luz) estando cerca de su rostro vuelve a repetir el proceso anterior por llamar su atención pero todo esfuerzo es inútil, entonces se pasa a la parte del altar y en la zona de su cabeza se posa por ende atrás de aquel órgano auditivo al que llamamos oreja y le vuelve a morder, el coloso se despierta de repente por la molestia y por movimientos bruscos nuestra protagonista cae a muchos kilómetros al suelo sin hacerse mucho daño a excepción de una de sus 6 patas. Sin moros en la costa, el coloso vuelve a su sueño, otra vez se volvió la hormiga sin nada a su colonia. Al volverse la protagonista a su colonia veía y escuchaba como se hacía una fiesta nocturna de esas que se hacían en honor a la hormiga kawaii . Ahí fue cuando estalló de enojo y desesperación la protagonista y le dijo a sus compañeras que iría al atardecer a acudir al leviatán, y que le dijeran a la hormiga kawaii que mañana a la tarde subiera al monte de roca que estaba cerca del hormiguero (que era un trozo cuadrado de cemento duro) –miéntanle diciéndole que mañana será la reina oficial-. Todas de acuerdo van a correrle la voz, todos/as se enteran de la falsa noticia e intentaran asistir, todos a excepción de la reina se enteran. Ya al día siguiente el sol se tiñó los cabellos de naranja afectando el cielo a la vez, la hormiga parte de nuevo para llamar al gran leviatán, tarda otros 28 min. cansadores y ve esta vez que el coloso entra a través del portal con enojo y se posa sobre su trono blasfemando y maldiciendo a los titanes al parecer. Era ese extraño idioma que la hormiga no entendía, de las fauces se emitían sonidos como –que se vayan bien al carajo esos vagos crotos de la oficina, día de mierda!!- la hormiga además observo como se estaba tomando la esencia de un jarro enorme negro y transparencial (que vendría hacer una cerveza) se la tomo toda, luego la hormiga le llama la atención detrás en el patio trasero como la hormiga kawaii ya se posó sobre el monte ante una gran tribuna aclamadora. Sin repetir los métodos anteriores, la protagonista se saltea al paso de morder directamente, con mucho apuro se infiltra sobre su armadura de tela y posándose sobre su vientre con toda fuerza de su diminuta alma le clava los colmillos, el coloso se levanta de la irritación con una furia bestial y como si lanzara un "Voluspa" grita a los 4 vientos –AYYY!!!, la puta que las parió, hormigas de mierda, ahora van a ver!!!-. Nuestra protagonista cae al sofá y trata de volver hacia la colonia pero solo puede observar desde ahí como el coloso llego a una velocidad increíble con unos cuantos pasos, el coloso agarró una maza (o martillo) y vio a su primera víctima que era sin dudas la hormiga kawaii a la vista. La aplastó de un solo golpe de modo que cuando levantó la maza la hormiga kawaii ya no fue más kawaii, sino que ahora se había convertido en una estampilla plana tatuada en el suelo sin vida y con sus pequeños órganos salidos de sus ojos. Se cumplió el objetivo, pero para nuestra protagonista que no conoce bien a los humanos, observo con mucho escalofrió como pisoteaba a sus hermanas y compañeras, el coloso revoleó la maza hacia el hormiguero destruyéndolo casi todo, la masacre no se detuvo ahí, el coloso desapareció y volvió con un balde de keroseno líquido y con un demonio metálico que escupía fuego (que era un soplete) mientras trataba el resto de la colonia de huir de la tragedia y los escombros, el coloso vertió las aguas del inframundo sobre toda la zona del hormiguero y sobre alrededor de las hormigas para que no escaparan, entonces ahí a través de su mano, el demonio escupía fuego de manera continua y despiadada y las aguas se convirtieron en lava que calcinaba todo a su paso, nuestra protagonista ve que busca detenidamente por el hormiguero con un palito y captura a la reina, donde es llevada a una telaraña en la que se podía observar como se la devoraban y desfiguraban. Luego como acto final el coloso afloja parte de su armadura y deja al descubierto lo que es su cintura para abajo, donde se ve que criaba una oruga gigante asesina, que estaba rociando a los sobrevivientes con un ácido amarillo que caía en forma de chorro ahogando y ayudando a morir a los que tenían la posibilidad de salvarse, o era eso, o se asfixiaban por el mal olor del ácido amarillo, tanto los ignorantes como los inocentes cayeron ante el coloso y su castigo, al observar el terrible exterminio el coloso suelta un rugido algo extraño en señal de victoria (que sería un eructo humano). Luego nuestra protagonista transformo su rostro serio y apagado en alegría, pues su plan, a pesar de la cagada del siglo, triunfo y se deshizo de a quienes odiaba. De repente ve pasar a una sobreviviente que jamás conoció en la vida al lado suyo y esta le dice: -corre, sálvate!!!- a lo que nuestra protagonista sumergida en la locura la detiene y le dice: -quien necesita estos escombros cuando ya se obtuvieron resultados?- , estaba a punto de abrazar a su prójima, pero cuando estaba por darle el abrazo se convirtieron rápidamente la protagonista y la desconocida en cenizas al ser pasadas por las llamas del soplete, cosa que justo el coloso las vio ahí paradas como estúpidas.
No todos los planes y soluciones salen bien o acaban como uno/a quisiera, pero siempre tengamos el resto de la dignidad de aceptarlos con alegría. Arrepentimientos?... luego lo debatirán en el mas allá.
                                                                                       
                                                                                -FIN-

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 25, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El castigo de la hormiga kawaii (cuento)Where stories live. Discover now