AWKWARD LOVE.

CAPÍTULO 3.

CHRISTIAN.

Estaba acostado en mi cama cuando escucho un control caer al piso acompañado de un “¡MIERD*!” ; me levanté e inmediatamente agarrarrando el frágil brazo de la persona que me despertó.

Christian: ¿qué mierda intentas hacer?

Megan: ¿No es obvio? Me quiero largar de esta puta casa.

Me acerqué a ella y le dije:

“Dejame decirte hermosa Megui, que no te vas a largar de esta “puta casa”.

Megan: ¿¡QUÉ!? Pues claro que si me voy de aquí o pretendes que me quede toda mi vida aquí sin saber dónde estoy? ¿quién eres, qué quieres de mí? Y sobretodo ¿¡Por qué estoy aquí!? – esto último lo dijo gritando mientras lloraba.

Christian: Confórmate con saber que estas aquí por unas cuentas pendientes con tu padre y …de  ti quiero muchas cosas…- le dije mientras miraba de arriba abajo todo su sexy y hermoso cuerpo, a lo que ella me respondió con una fuerte cachetada que me hizo llevar inmediatamente mi mano a la mejilla..y ¡WOW, si que pega fuerte esta malcriada! 

Megan: ¡Eres un estúpido! No metas a mi padre en esto, debe estar muy preocupado porque no he llegado… ¡QUIERO QUE ME LLEVES A CASA AHORA! – gritó.

Christian: Mira malcriada- apreté su brazo y la hice bajar las escaleras con tanta fuerza que casi se cae – a mí no me pegas cuando se te de la gana, no soy nada tuyo, joder. Más respetico hacia tu nuevo dueño, perra. – la empujé a un cuarto completamente oscuro y la encerré - ¡VEREMOS SI AQUÍ APRENDES A RESPETAR! – grité.

MEGAN.

Me dolió caer sobre mi trasero en un piso que se notaba nunca habían barrido, estornudé y  grité “¡SÁCAME DE AQUÍ!” y no escuché respuesta. Concluí que estaría aquí mucho tiempo por su enfado ante mi cachetada…mi primera cachetada dada.

Empecé a estornudar cada vez más y no podía respirar..me estaba ahogando, “Moriré asfixiada por polvo” fue lo único que pensaba y sentí lágrimas mojando mis mejillas.

“Mamá murió asfixiada, es digno que yo también lo haga” susurré.

Christian: ¿Cómo murió? – dijo con una voz algo comprensiva y más pasiva.

Megan: Deberías saberlo, me “secuestraste”- esa última palabra me costó decirla.

Christian: Estoy intentando ser amable, niñata. Pero tu malcriadez y orgullo no te dejan ayudar – dijo subiendo el tono de su voz, quedé impactada ante sus palabras y el silencio nos gobernó.

Megan: Murió asfixiada en el transcurso de la casa a urgencias, papá no estaba, yo…yo estaba…en una fie..s..ta – dije a los pocos minutos, fue duro decirlo en voz alta – cuando estaba en la fiesta papá me llamó y me dijo que volviera, que mamá estaba mal. Llegué, me abazó y razoné todo.