El final de la guerra en Polonia

59 1 0
                                    

 Teniente Perelmann; Es un gusto recibirlo después de leer tan buenas referencias en Varsovia.
La guerra se prolongo 2 años donde diligentemente sirvió a la causa.
Es usted un héroe del proletariado.- Dijo El General Markowitz con un fuerte acento polaco

Markowitz era un hombre ya de edad avanzada, su frente amplia se aprecian dos arterias arriba de ambas cejas con dirección al cráneo, entrecortadas por la cabellera escasa del viejo General. Este miraba los ojos zarco del joven Teniente, franco y con sorpresa 

La causa es de nuestro pueblo General Markowitz.-Contesto de manera breve el Teniente Perelman. Este observaba con atención el semblante, notaba una mirada cansada que le recordaban las pinturas occidentales de los heroes caídos o de los santos de la Iglesia Occidental. Sabia perfectamente que "ecce homo" fue el autor de la estrategama de entrada a Polonia

La habitación era reducida, un escritorio de madera ya carcomido de la pata izquierda alumbrado por una bombilla de luz amarilla que calienta mas que ilumina. Dos sillas  separadas por el escritorio del general mantenían a reposo a esos dos hombres.

Markowitz y Perelmann fijaron sus miradas uno al otro. Mientras nuestro joven Teniente no quitaba sus ojos de las manos rugosas del viejo general aquel lobo de mar noto que a contraluz el iris del Teniente cambió de color, ese azul obscuro, apacible se transformo en un verde aceituna muy característico de los gatos. El general pensó en esas viejas leyendas que de niño le escuchó a su abuela de  quienes cambian de color sus ojos son brujos o hechiceros de generaciones atrás.  

Sonrió nervioso el General . Y exclamo.- Teniente Perelmann! Usted sabrá por mi apellido y mi tono de voz que soy polaco, también por su apellido se que usted es judío, los gobiernos podrán negar las razas pero no quitaran los prejuicios, el color de sus pupilas me llama la atención de sobremanera.

Hemos sobrevivido a la guerra, no creemos en nada y los recuerdos de la familia inundan nuestros corazones, no lo sabe pero entre los cristianos a quienes le cambia el color de ojos son catalogados de hechiceros. Desde luego no creo en esas supercherías sin embargo el pueblo se cree de todas esas cosas. Terminamos una guerra, la gente esta enferma, abulica o muerta, su llegada les haría creer que es el culpable de la tragedia. De amigo se lo pido por favor Yakoob pida su cambio a Alemania o al Baltico, su vida aquí corre peligro.

Yakoob jugó con sus manos, con semblante serio con cabeza al frente guardo para si silencio un momento a lo que con un respiro, en tono amable agrego a la conversación

- Amigo Stalisnav te agradezco tus intenciones, mi vida siempre ha sido complicada por ese efecto optico, a pesar de vivir en San Petesburgo hoy Leningrado, la gente de mi alrededor me tuvo miedo, en especial las mujeres que me criarion, cuentan que en mi nacimiento  3 de kislev al rededor del 24 de octubre del antiguo calendario 5 de noviembre del calendario actual hubo una tormenta eléctrica poco usual en mi ciudad natal ya a la entrada del hanuca de la vieja religión, lo que estremeció mucho a la servidumbre en especial a la de origen cristiano. Ya que pude ver la luz del día resulto doloroso para las que me educaron e incluso para mi madre que el color de mis ojos cambiara con la luz. Sea como sea, estoy dispuesto a colaborar con usted General Markowitz. El hombre de talento que conquisto la frontera polaca es usted. Negocio con los enemigos, sumo adeptos a la causa y extermino a los mercenarios fue su persona. - Finalizo su intervencion Yakoov Perelmann Teniente de las Fuerzas Armadas del Ejercito de la Union de Republicas Sovieticas Socialistas.

Los hombres se levantaron se abrazaron dandose beso en la mejilla y se retiraron al hospicio que adaptaron despues de la declaración de rendicion de las fuerzas nazis en Polonia.


La mañana no podía distinguirse claramente de la tarde, las nubes de polvo se difuminaban en un cielo grisaseo con el olor característico de la pólvora conjunto al concreto mojado por las lluvias de la alborada ocultada en este templo de la desolación. La caminata de nuestro teniente se prolongaba sobre terreno baldío donde silva el aura por el cuadrante sin resistencia.

A la diestra y a la siniestra se econtraba vacio, ni un alma muerta, ni viva. Céfiro, gas, bucaro durante quince minutos de caminar en linea recta.  Se vislumbra ya cerca un reten, los uniformes verde olivo figuran parte natural del ecosistema de Varsovia.

Identifiquese teniente.- Interrumpio un cabo segundo al Teniente

Yakoob Perelmann, Teniente Naval .- Respondio de manera tajante Perelmann a su interrogador

Asunto.- Replicó el cabo de manera molesta

Confidencial. Notifiquele al General de Caballeria Sogachev mi llegada.-Perelmann contestó.

Le  acompaño Teniente Perelmann, hemos sido notificados de su visita.- Añadio el cabo refunfuñando.

Caminaron cabo y Teniente por la fortaleza, un viejo convento católico que sobrevivo a bombardeos soviéticos y alemanes. Al pasar por el centro del convento estaba una higuera sin frutos, casi seca, un acto de resistencia revolucionaria; Penso Perelmann turbado por todo lo que ha pasado desde que entro a Varsovia via tierra por ordenes directas de Stalin.
 Todo marino era reserva de la milicia terrestre. El objetivo único recapturar Leningrado para encapsular a los nazis en Polonia. Las calles de Leningrado como las de Varsovia quedaron hechas  nada. La higuera erecta, con pocas hojas, sin higos, de pie le causaron la sensación de ser algo en medio del absoluto.

Teniente Perelmann, en un momento le anunciare al General Sogachev para que le despache.- Dijo con voz fuerte el cabo al notar al superior en introspección. Perelmann confirmó con cabeza gacha sin mas que prestar ese gesto a su subalterno molesto. Se dispuso a sentarse en un sillon individual al escuchar una voz de otra cabo.- Teniente Perelmann por favor pase.- Dijo la soldado con voz suave y firme.
Perelmann ingreso a la habitación que al parecer era una celda con silla y cama de concreto, un escritorio improvisado se convirtio en la oficina del General Sogachev

Teniente Yakoob Perelmann. Es un gusto tenerle con nosotros.- Dijo el General Sogachev.
Añadio al comentario anterior.-Me comento el General Marcowitz la empresa que le motiva a verme. Se de su cuestión fisica y de las leyendas que rondan en este pueblo ignorante a causa de la Iglesia, de la misma manera conozco de su cuestión judia y lo que tengo registrado por medio de su anexión al Partido y al Ejercito.  Enlistare sus datos generales, en caso de algún error me detendrá en el momento.

Yakoob Abrahamovich Perelmann, hijo de Abraham Perelmann y Herta Perelmann, nacido el 5 de noviembre del real y único calendario, ateo de ascendencia judía, habla el alemán judío, ruso e ingles.
Aquí me interrumpiré  Teniente Perelmann ¿Porque motivo aprendio ingles? ¿Le habla perfectamente? Sientase libre de contestar franco,  paradojicamente su condición de judio y angloparlante le puede servir mucho a la causa en este momento.- Termino de hablar Sogachev.

Afirmativo General Sogachev. Soy de ascendencia judía pero no creo en las viejas mitologías que inventaron y esclavizaron a nuestros padres hablo el alemán judío porque mi padre Abraham era nieto de un judío alemán de nombre Isaiah Perelmann, era costumbre de nuestro pueblo enseñar la lengua. El ingles lo aprendí por mi madre que fue educada en Londres, donde noto que el próximo imperio seria el ingles por lo que me enseño esa lengua desde que era un niño. - Contesto sin emotividad alguna el Teniente Yakoob Perelmann.

Por mi parte es todo Teniente Perelmann. Regresare a Leningrado a recibir nuevas ordenes para su partida. El general Marcowitz ha tenido un gran acierto en mandarlo conmigo. Si existiera la suerte el mismo Stalin se lo agradecería.








Los secretos del Capitan PerelmannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora