Así es el Amor - Temporada II: Nada es lo que Parece

Parte I

*

*

*

Le mira una y otra vez, en esa foto de portada que tenía en una de esas redes sociales, algo que él no solía tener o cambiar muy seguido, sobre todo porque por mucho tiempo no tuvo un medio por el cual hacerlo. Y sonríe, sin querer, al recordar ese viejo celular que él utilizaba sin quejarse, siempre encontrando inteligentemente la manera de poder ver lo que quería en el internet.

Y no tenía derecho a recordarle.

Pero aún tiene la espina clavándosele más profundo, esa traición de aquella noche, esa por la que él se fue, diciéndole con la mirada que no, que no era necesario que diera ninguna explicación. Aunque la tenía, y sonaba estúpido, pero la tenía.

—¿Nos vamos?

Y le sonríe, porque ahora Kibum es algo más que su mejor amigo, o eso es lo que Kibum dice, porque ni siquiera lo hablaron y sólo estaban existiendo en medio de ese desastre y ese pantanoso suelo de lágrimas e ilusiones rotas, la culpa y ese engaño que los absorbía.

Kibum se le acerca un poco más y caminan lado a lado, como cada año, y este era el último. Y ya llevaban más de medio año avanzado.

—¡Será la última vez!

Y tanto tiempo había pasado, incluidas las vacaciones de invierno, que no escuchaba su voz, y menos veía cara a cara a su ex novio. Porque eso eran ¿Cierto?

Ex. (¿O es que aún eran novios?)

—¡Deja de quejarte!

Y gira su cabeza, sin querer, pero lo hizo, y lo vio.

Iba Taemin siendo empujado por Jongin, ese amigo del que alguna vez hablaron, ese que ahora reía y le hacía reír con cosquillas para obligarle a avanzar.

Y si creyó alguna vez que no sentiría nada al volver a verle, estuvo equivocado.

—Jonghyun sabe hacer esto mucho mejor que yo, podría pedirle que te ayude cuando salga de su trabajo...

—Jonghyun me cobrará, y muy caro.

Claro, Jonghyun ya había terminado sus estudios y ahora hacía practicas mientras obtenía su título. Ya no iba, o no debería ir, a la universidad. Porque tampoco tenía deseos de verlo, aunque ya no tenía ni una sola razón para ir a esa facultad de negocios. Sólo Taemin.

Pero era obvio que él no querría verle.

Mira a Kibum con cara de incomodidad. El ex novio de Jonghyun. Quién diría que pondría esa cara, sobre todo después de tanto pregonar que su ex ya no le interesaba en lo mínimo.

Cuando la verdad era que simplemente no pudo ser.

Rodea la espalda de Kibum, casi por costumbre de tantos años de amistad, e intenta seguir con su vida, normal, como vino haciendo en esos largos meses. Sólo que sentía, muy en el fondo, la necesidad de disculparse y cerrar ese ciclo con Taemin, incluso después de tanto tiempo. No quería que él pensara que no le importaba, como para no merecerse una explicación o por lo menos ir a su casa, tocar la puerta —porque sí fue, pero no tuvo valor para tocar— y mirarle a la cara, haciéndose cargo de sus actos.

Debía ir, a pesar de que pasó tanto tiempo ya, porque era obvio que no podría continuar de esa forma, con esa espina clavándosele en el corazón, inyectando esa ponzoña de culpabilidad que no sabía manejar bien.

—Esta tarde podemos ir al cine —le mira con una cara de disculpa.

Porque lo que fuera que deseaba hacer, a donde fuera que deseaba ir, de repente recordaba que aún tenía pendientes con alguien más, y no se sentía tan hijo de puta como para continuar como si nada. Aunque eso intentaba aparentar cada día.