-¡Maldito sea el día en que conocí a esa estúpida castaña!—gritó Tamara enojada.
-Tranquila, Tam, respira.—insistía Lauren repetidamente.
-No es tan sencillo.—espetó Tamara dando un sentón en el sofá de la sala de espera de la oficina de la dirección del colegio.
-Pero tampoco es imposible.—se sentó Lern a su lado.
-¿No te parece injusto que por su culpa estemos aquí?—lo piensa un momento—Digo, esté aquí.
-Lamentablemente no es injusto, amiga.
Pero, ¿qué pasó, mi querido Jhony? Ya lo verán.
Media hora antes...
-Baya, baya, ¿a quiénes tenemos aquí? A las zorritas del colegio.—dijo Tamara dirigiéndose a Camila y sus amigas (Tamara sólo estaba con Lori).
Camila bufó molesta.
-Mira quién lo dice, la Rarita y su mascota.—dijo venenosamente alzando la barbilla con superioridad mientras sus amigas se reían.
-Pues seré su mascota, como dices, pero no zorra.—atacó Lori chocando los cinco con Tamara.
-Yo seré zorra, pero de las finas... No naquitas como vos, mi vida.—dijo la castaña barriéndola con la mirada despectivamente.
Lori rodó los ojos.
-¿Qué quieren aquí?—preguntó por fin Anahí.
-Nada, ¿que no podemos pasear por los pasillos del colegio sin su permiso?—dijo Tamara riendo.
-Nadie dijo eso, estúpida, solo que pues... Es obvio que nos vienen a molestar, ¿acaso les gustamos o qué?—escupió Camila riendo también.
Tamara ya estaba un poco nerviosa por la pregunta de la porrista pero, ¿por qué?
-No, para nada.—dijo una vez que recuperó la razón—Nunca nos enamoraríamos de unas zorras.—contestó fingiendo seriedad.
Camila suelta un suspiro espetando alivio.
-¡Qué bien! Ya me preocupaba tener a un par de fenómenos babeando por mí.—dijo mientras sus amigas reían.
Tamara sintió un poco de decepción al escuchar las palabras de la castaña, pero no sabía por qué. Lori parecía normal... De alguna manera sentía rabia al ver que la castaña sólo miraba a Lori.
-¿Te crees mucho no, pedazo de plástico?—dijo furiosa Tamara, Camila se sintió intimidada mientras miraba suplicando compasión a Lori... Eso no ayudó al humor de Tamara. Lori notó la mirada de Camila... En la cuál había dulzura.
-Tamara, déjala.—dijo Lori tapando su boca con las manos.
-¿Qué?—preguntó Tamara incrédula y furiosa.
Lori defendió su postura.
-Que la dejes, no le hagas daño.—le contestó autoritariamente.
Camila miraba a Lori con dulzura y admiración, Tamara no lo podía creer y, además, le enfadó mucho más.
-Ahora sí verás lo que una Rarita es capaz de hacer, cariño.—soltó Tamara abalanzándose a la castaña.
Cayeron al suelo jalándose de los cabellos.
-¡Zorra!—empezó a decir Tamara mientras peleaban en el piso.
-¡Naca!
-¡Perra!
-¡Fenómeno!—grita Camila liberándose de Tamara incorporándose para pararse atrás de Lori.—¡Para a tu amiga, está loca!—le dice a la mencionada escondiéndose en sus hombros.
-¡Basta, Tamara! ¡Relájate!—le dijo Lori intentando hacer lo que Camila le pidió.
En eso llega Ryan White al pasillo, Camila corre hacia él.
-¿Camila? ¿Qué te pasa, hermosa? ¿De nuevo te molestan?—preguntó viendo con ira a Tamara y a Lori.
-Si, ella.—dijo señalando a Tamara.
El chico ya se le iba a poner al brinco cuando Camila lo tomó del hombro.
-No, no lo hagas. Simplemente llévatela con la directora.—le dijo viéndolo con ojos coquetos.
Lori rueda los ojos.
-Está bien, linda.—le dedicó una sonrisa antes de dirigirse a Tamara—Tú, te vienes conmigo, espero que no me obligues a llevarte por las malas.
Tamara obedeció pero seguía molesta con Camila... Pero más con Lori... ¿Pero por qué?
En el presente de nuevo...
-Pff—bufó Tamara.
-Ya relájate, de todos modos ya estás aquí.—intentó animarla Lolo.
-Está bien.—sonrío de lado—Ya qué.
Después de 20 minutos más, pasaron a Tamara a la dirección y por supuesto que la castigaron.
Estaba furiosa, y esto solo es el principio.
