El instituto

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Me desperté como todos los dias, sin entusiasmo alguno.Y me fui andando al instituto.

Llegué y llamé a la puerta, deseaba no equivocarme de clase.La abrí y todas las miradas se centraron en mi.

-Buenos dias...soy..

-¿Eres la chica nueva?-preguntó el profesor.Asentí- pasa,presentate

-Hola a todos, me llamo Lena...Lena Hayden y... y tengo 16 años y...eso.

-Jajaja muy bien ¿eso es todo?

-Si supongo.

-Puedes sentarte...donde tu quieras

Las mesas estaban de una en una, eso lo complicaba si queria hacer amigos o no aburrirme en clase.Me senté al lado de una chica llamada Mary, pero no me hizo mucho caso.

En medio de la clase me tiraron una bolita de papel, la abrí y dentro ponia:

"Se tu secreto"

Miré hacia atrás rapidamente haciendo que se me cayera el estuche lo que provocó que un montón de lapices y bolis hicieran un estrepitoso ruido.

-Perdón... lo siento-dije mientras me agachaba a recogerlos.

Miraba hacia atrás pero solo veia a adolescentes, algunos concentrados en la clase, otros mirando hacia la nada,otro mirando la punta de su lápiz, una chica mirándose las puntas del pelo...

No habia nadie sospechoso, ni que se riera, ni que me mirara. No habia nada, ni una pista.Mi mal presentimiento se habia cumplido.

A la hora de comer, en el comedor del instituto,haciamos cola para que la camarera nos sirviera la comida.Seguía sintiendo esa sensación extraña, seguia teniendo ese mal presentimiento...

Volví a la realidad cuando un chico que estaba a mi lado me dio un pequeño codazo, y vi a la camarera casi histérica:

-¡Ya es la quinta vez que se lo repito señorita ¿arroz o patatas?!

-Ah em si, pues no sé... sorprendame

El mismo joven que me habia vuelto a la realidad dijo por mi:

-Ponle arroz mejor - y sonrió a la camarera, esta cogió una cucharada y la estampó contra mi plato.

-¡Siguiente!-gritó la señora

-¿Asi que eres nueva por aqui eh?¿Como te llamas?-El joven era alto,moreno y de ojos oscuros como el carbón.

-Emm..Lena-sonreí.

-¿Lena de Elena?

-Emm no...si...no....no sé- de repente recordé que no me habia leido las hojas que nos habia dado mi padre. Solo les habia hechado un vistazo por encima, leyendo básicamente lo de negrita.

-¿No sabes tu propio nombre?-rió

Me empecé a poner nerviosa, cuando a lo lejos vi a mi hermano Mario.

-Ma..!!-comencé a gritar, luego me acordé de que ya no se llamaba Mario, para disimular continué empeorándolo con acento italiano-¡¡Mama mia!! ¡¡mi hermano esta aqui!!

"Eres tremendamente estúpida" "tonta tonta tonta" el joven rió. "Por lo menos le he hecho gracia"..." Se ha reido por no llorar".

-Espera aqui-dije poniendome roja como un tomate

Fui hasta mi hermano, que estaba con un grupo de chicos y lo cogi por el brazo.

-Edward...puedes venir un momento?

El secreto de Zaira ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora