A Marte, de Mente.

Escuela

Todo se tornaba normal esa mañana, dimos gracias por los alimentos y nos dispusimos a comerlos. Mi hermana no tocaba la cocina pero su esposo si debo decir que tenia cierto don para la cocina, esa mañana preparo unos deliciosos hot cakes esponjosos como aquellos que salen en los comerciales de la tv y todos lo comimos hasta no dejar rastro alguno. Call era mi cuñado llevábamos nuestra relación normal, era de esas personas que son muy observadoras, notaba todo cualquier cambio tanto en la apariencia como aquellas que eran del alma, pero no se entrometía en mis asuntos el al notar que la pasaba mal solo decía: "quieres algo de comer", por alguna razón creía que la comida curaba el alma y aunque no lo hacia lograba hacer mas llevadera la situación.

-Gracias por el desayuno Call-mencione levantando mi plato para dejarlo en el fregadero-ahora tengo que ir a la escuela.

-Espera un momento Clara,tu hermana me dijo que irías a ver a Alberto en la noche ¿no es así?- dijo con su vista en dirección a mi dejando su desayuno por algunos segundos.

-Si me lo dijo en la mañana- dije aun sin animo alguno en mi rostro por ir al psicólogo para ser honestas.

-Bueno me encargo pasar por ti a la casa y llevarte, así que te quiero lista puntual paso por ti a las 4:00 para no encontrarnos con trafico- dijo sin dejar que le diera respuesta alguna y regresando a terminar sus alimentos .

-Claro, bueno adiós familia- comunique al despedirme poniendo un beso en la mejilla de mi hermana y mi sobrina, y regalando una sonrisa a Call.

Salí de casa no sin antes poner mis audífonos a todo volumen para sentir mas corto el camino, y así empezaba mi camino hacia la escuela ya que no quedaba muy lejos, pase por los mismo lugares de siempre, la casa de la señora Carmen arreglando a sus nietos para ir al kinder y gritándole a uno de ellos por a ver derramado una gota de chocolate en su uniforme,por el parque donde siempre encontraba al señor Juan presumiendo la inteligencia de su perro y tratando que este mismo aprendiera nuevos trucos. Ya para llegar a dos cuadras antes de llegar a colegio parte de mi recorrido era ver a una pareja de enamorados, ella sostenía una rosa roja ese día y una sonoriza de oreja a oreja, el solo sostenía una mirada de esas que lo dicen todo pero no dicen nada y no pude evitar preguntarme ¿En realidad es el amor la clave para ser feliz? ¿Vale la pena un poco de dolor para un poco de amor? y no tenia respuestas para eso.

Llegaba a mi destino El Instituto Tecnológico No. 7. Cabe mencionar que no era la persona mas sociable del instituto,para llegar a mi aula tenia que pasar por el estante de trofeos dirigí mi mirada allí con cierto sentimiento, yo antes era la numero uno en la mayoría de los deportes pero claro el Fútbol era de mis favoritos pero ahora incluso el deporte había perdido cierto interés en mi vida. Mi única cómplice, mi apoyo y la razón de salir huyendo de aquel lugar allí era mi mejor amiga Camila nos conocíamos desde 4 grado, era una niña en aquel entonces de tes clara, ojos marrones, complexión delgada y con mucha energía la cual si hubiera podido calcular ese día habría alimentado una ciudad entera, ahora era una joven muy hermosa no había cambiado demasiado solo que era mas alta media 1.63, había embarnecido un poco pero continuaba con esa mirada y esa sonrisa que la caracterizaban,seguía con esa misma vitalidad de siempre. Nunca entendí como alguien tan lleno de vida continuaba con alguien que carecía de vida misma, quería pensar que  hacíamos un complemento pero no era así ella quería que yo saliera de aquella oscuridad en la que estaba y aunque no lo lograba era esa mano que me ayudaba a no hundirme mas.

Entre y me coloque en mi asiento que se encontraba en la parte media y cerca de la ventana que tenia vista hacia el patio, espere la llegada del profesor. Yo siempre era de las primeras en llegar y de las ultimas en irse, pude ir notando como poco a poco se llenaban todos los asientos a mi alrededor hasta que por fin llego el maestro que tenia por nombre Raúl García.