Capítulo 3

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Después de a ver pasado un fin de semana algo bueno, llego el Lunes y tenía que volver a la rutina de ir a clase. Me levante de la cama y lo primero que hice fue mirar por la ventana para ver a Emma, se estaba preparando y se giro para coger algo y me miro fijamente a los ojos. Me miro con una mirada de tristeza pero yo gire la cara y comencé a vestirme. Hoy tocaba gimnasia así que me puse unos pantalones de chándal, me puse una camiseta roja y unas deportivas. Baje a desayunar con mi madre y mientras desayunábamos me informa de que por su trabajo se tenía que ir un mes fuera con el trabajo. No me sintió nada bien, vale si tengo 18 años pero nunca me ha dejado solo y no sé... Cuando acabe de desayunar me levante y recogí mis cosas del desayuno, me colgué la mochila y cuando salí de casa frente a mi puerta estaba Alex.

-Buenos días marmotilla.-Dijo sonriendo y me dio un pico.

-Buenos días enana.-Digo entre risas y le devuelvo el pico sonriendo. Agarre su mano y empezamos andar camino al instituto, mientras íbamos camino a clase vimos que Emma salía de su casa y cuando nos vio agarrados de la manos nos fulmino con la mirada como si nos quisiera matar con ella. Pasamos por delante de ella y yo no la mire a la cara, no podía mirarla a la cara después de lo que le conté y huyera de tal manera. Pasado un rato de estar caminando llegamos al instituto, entramos al interior del instituto y nos despedimos ya que no estábamos en ninguna clase juntos. Fui a mi taquilla y cuando la iba abrir alguien me la cerro de un golpe.

-¿Qué tal maricona de mierda?-Dijo un chico de cabello rubio y ojos oscuros. Hice caso omiso al comentario y le fulmine con la mirada, volví abrir mi taquilla y cogí mis libros. Cerré de un portazo la taquilla y me fui a clase, nunca había tenido un encontronazo con ningún alumno del centro ya que soy un chico demasiado pasota y solo me meto en pelas si es de tener que ayudar a alguien. Cuando entre a case me senté en mi sitio como era obvio, coloque las cosas en mi mesa y antes de que mi culo rozara la silla me quitaron la silla y me caí al suelo. Me levante y me fui para el chico de rubio de ojos oscuros que se estaba riendo.

-¿Te has hecho mucho daño eh?-Dijo burlón y riéndose con los colegas. Me arme de valor y le di un gran puñetazo en la nariz, lo suficiente fuerte como para hacerle  sangre.

-Y ahora vas y me vuelves a quitar la silla para que me caiga al suelo.-Digo serio y me vuelvo a sentar en mi sitio. El profesor viene y se llevan al chico a la enfermería, nadie dice nada ya que  estaban flipando conmigo porque jamás me había peleado con alguien de clase.  Cuando empieza la clase escucho los chismorreo de los demás y oigo la palabra transexualidad . Mi corazón ese momento dejo de latir unos segundo y podía sentir como la mirada de los chicos y chicas de mi clase penetraban en mi cuerpo, me levante de mi sitio y salí automáticamente de clase y fui a la clase de Alex, pero cuando llegue me quede en la puerta y observaba por el cristal la clase de ella. Se estaban riendo y Alex estaba arrinconada en una esquina.

Quiero deciros que a partir de aquí la historia no es muy bonita, y os preguntareis porque no lo dije antes para que todos los supieran. El rechazo de la sociedad es tremendo, los insultos, el ser señalado por ''bicho raro''  es una gran putada. Ya iréis viendo que no todos aquellos que dicen apoyarte lo van hacer y te van a criticar por todo lo que hagas, ya sea para ayudar a otros en tu caso o abrir mentes, espero que los que provocasteis esto ahora que estáis leyendo mi diario se os remueva las tripas por lo que hicisteis.

Abrí de golpe la puerta de la clase de Alex y me hice paso ante los de su clase, que la tenían rodeada y la estaban insultando. Cogí a Alex de la mano y me la lleve fuera de la clase, la lleve a los vestuarios de chicos y allí la abrace con muchísimas fuerzas y empece acariciarle el pelo para que dejara de llorar.

-Lo siento muchísimo..-Murmuro con la voz entre cortada y con ganas de llorar.

-No pasa nada...yo te amo así...siendo tu realmente...me da igual los comentarios de la gente que no tienen ni puta idea de este tema...-Dice abrazada a mi con fuerza y esconde su rostro en mi cuello mientras llora. La verdad es que me da mucha pena que Alex pase por esto, fui estúpido al pensar que podía confiar en Emma. Pasado un rato cuando Alex ya estaba más calmada la acompañe a clase y algunos nos miraban con cara de tristeza por el comportamiento de los demás, pero claramente nadie decía nada, para que.

A la salida del instituto seguían esas miradas de asco y otras de pena por como me estaban tratando, vi a Emma salir y me fui hacia ella y la agarre del brazo.

-¡No tienes vergüenza!-Grito enfadado mirándola con odio e ira.

-Tu no estabas en tu derecho de ocultármelo, te he hecho el favor de hacer que te acepten.-Dice segura de si y se suelta de mi mano.

-¡¿Perdona?! ¡No tenias ningún puto derecho a contar nada puesto que tu no vas con un cartel colgando de que eres Hetero!-La empujo y me lleno más de ira. -Si no he dicho nada es porque hay gente como tu o los del instituto que cuando algo se sale de lo normal ya tenéis que empezar hablar de ello.-Noto como me mira asustada y es que debería estar asustada no le voy a pegar ni muchísimo menos pero se ha pasado tres pueblos diciendo lo que ha dicho. No con esto quiero decir que todos los que seamos transexuales nos tengamos que esconder ni mucho menos, pero si ya hemos sufrido en el paso no tenemos que volver a pasar lo mismo.

Alex me agarra de la mano y empieza a pedirme por favor que me calmara que no merecía la pena, era cierto los primeros días seremos el hablar del instituto entero pero luego cuando llegue un bulo nuevo o algo que se salga de lo normal hablaran de ello y nosotros quedaremos en el olvido. Después del día de mierda en el instituto nos fuimos cada uno a casa, nada más llegar  bloquee de todos los lados a Emma y la borre de contactos, dolía si, pero el dolor tarde o temprano se va de nuestro cuerpo. Empece a comer y el móvil empezaba a vibrar de una manera no muy normal, cuando lo desbloquee vi que me estaban petando con mensajes de apoyo por mis redes sociales y otros simplemente eran comentarios ofensivos.

Llegados a este punto de mi historia quiero decir que el arma más poderosa la poseemos el ser humano y son las palabras. El daño que puede hacer unas simple palabras o simplemente estar todo el día encima de una persona humillándola al final conseguimos que esa persona pierda la esperanza por seguir adelante, no contribuir en criticar a alguien por su sexualidad, contribuir con el apoyo moral de que no se sienta sola la persona, no hacer lo que me hicieron a mi.

By:Dylan

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⏰ Last updated: May 27, 2017 ⏰

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