A pesar de encontrarse a mediados de otoño, no había rastro alguno de la estación. El clima era más bien frío. Caminaba hacia mi trabajo, un mini super al que acudía mucha gente debido a las famosas albondigas de carne que vendían. Mientras recorría las calles tan concurridas y urbanizadas, contemple el sol salir detrás del horizonte, me detuve un momento y tome una foto con mi celular.
Desde que era pequeño, siempre había soñado con ser fotografo, tener mi propio estudio, mi propia camara profesional y tal véz, uno que otro cliente que quedára satisfecho con mi trabajo.
Pero aquí estaba, como gerente en una tienda de comestibles a la edad de 21 años. No es que odiase mi empleo, simplemente, creía que merecía algo mejor.
Continue caminando un poco más y llegue a la tienda. La cual era facil identificar debido al enorme letrero brillante con la leyenda " Swamppy Market". Entré y me dirigi hacia los vestidores. Al terminar de uniformarme, deambule por los pasillos, buscando algun defecto o imperfeccion, ya sea en la manera de acomodar los estantes o en los precios. Una vez acabe de comprobar los productos, ordene abrieran el lugar, listo para una nueva y tediosa jornada.
Al poco tiempo, empezaron a llegar los clientes, quienes en su mayoria eran señoras mayores preguntando por las recomendaciones para un buen almuerzo. Como siempre, ponia una sonrisa forzada y constestaba que " nos acababa de llegar un nuevo producto" y les entregaba un paquete de albondigas. Esa tactica nunca fallaba. Felices, se iban a la caja y pagaban, en otras palabras, dinero facil y bien ganado.
Segui con mi trabajo por algun rato. Recomendando productos, acomodando desordenes que hacian los niños, serciorandome de que los empleados dejaran contentos a los clientes y siempre, siempre fingiendo una sonrisa amable.
-- Descansa un momento, deja que yo me haga cargo -- oi detras de mí. Me volvi y descubri a Sebastian, el hijo del dueño, quien pocas semanas atras, habia comenzado a hacerce cargo de la tienda, debido a que su padre tenia otros negocios que atender.
Era un joven de 25 años, rubio y de ojos claros, muy voluble y a veces demasiado perfeccionista. Sin embargo, era algo que me gustaba de el, ya que gracias a eso, el lugar estaba saliendo adelante.
-- De acuerdo. Entonces, ire a almorzar -- informe y me retire lentamente hacia los vestidores. Me cambie y sali de la tienda, no sin antes preguntar si se le ofrecia algo.
Desde hace bastante tiempo, estaba establecido que nadie podia comer nada en la tienda, ni los productos en esta, ni nuestra propia comida, ya que segun Sebastian, causabamos una mala impresión y alejabamos clientes.
Camine varias calles y llegue hasta mi cafeteria favorita. Entre y como de costumbre, salude a Martín, el joven mesero que siempre me atendia.
-- Hola, Tobey -- dijo emocionado mientras me conducia a mi mesa habitual junto a la ventana.
-- ¿Que tal?¿Como va el negocio? -- pregunté y rei por lo bajo al darme cuanta que, sin querer, habia adquirido esa formalidad de Sebastian.
-- De maravilla, el jefe esta mas feliz que nunca. Recientemente ha llegado mas clientela y han subido un poco mi sueldo -- comento irradiando felicidad por los poros.
-- Ya veo, me alegro -- sonrei.
-- ¿Pediras lo mismo que siempre? -- inquirio cuando llegamos a la mesa.
-- Claro -- murmure, sentandome. Martín se alejo en direccion a la cocina y dirigi la mirada hacia fuera.
Era una de las mejores vistas, sin duda. Frente a la ventana, habia un hermoso parque, lleno de flores de distintos colores y un gran abeto, que ocupaba la parte central. Niños jugaban tranquilamente y algunas personas que vivian cerca, regaban sus plantas.
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Secretos [ LGBT - GAY ]
RandomTobey es un chico que siempre soño con ser fotografo, sin embargo, debido a la pobreza y a las crueles vueltas del destino, termina trabajando como gerente en una tienda de conveniencia. Un día, en un escandalo provocado entre los pasillos, conoce a...