La facilidad de un deseo

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¿Cuántas personas quieren obtener sus deseos de la manera más fácil y sin mayor esfuerzo?

No es eso lo que busca la gran mayoría y que en todo caso cuando se es obtenido de esa manera se menosprecia al final, se olvida el "valor" que inicialmente tenía y se termina desechando.

Tomemos en cuenta la facilidad con la que se puede pedir un deseo, y lo que conlleva el hecho de intercambiarlo por algo aún más valioso, ¿en todo caso sería una elección peligrosa hacer dicho intercambio?, todo terminaría siendo decidido por la magnitud del deseo que se tiene por tal cosa, ahora bien, poniendo esto como referencia, al hacer un intercambio con "el ser maligno" tienes que hacer dicha elección, obtener algo con la suma facilidad de un intercambio, la elección sería finalmente propia y quien terminaría por maldecirse sería uno mismo y nadie más, pero, en todos los caso se termina culpando a quien cumple el deseo sin tomar en cuenta que se le hizo un intercambio totalmente de elección y nunca obligado por alguien más, ¿No sería en ese caso uno mismo el villano?, pero siempre se busca culpar a alguien más por la desgracia hecha por si mismo, así que tomamos cómo negativo a quien con facilidad cumple un acuerdo que pudo haberse evitado si en primer lugar se hubiese tomado en cuenta el "valor" de lo que se daba y lo que se recibía, la malicia sería de uno en contra de sí mismo al dar prioridad al deseo antes que al "alma" en este caso.

Al final esto llevaría a ser una lección, una lección demasiado dura para quien ha cerrado el trato que jamás tuvo que haber iniciado en primer lugar, el verdugo no sería quien ofrece cumplir el deseo sino por el contrario de quien quiere llevarlo a cabo por un capricho meramente superficial que puede evitarse tomando en cuenta la razón y no la "satisfacción" que se obtendría de esa manera.

Visto desde otro punto de vista el hombre termina siendo el mismo demonio que se lleva a la desgracia por mera elección y después busca librarse de su culpa diciéndose víctima de un poder que lo superaba, de la tentación que le fue inyectada por "el maligno" o uno de sus tantos secuaces, y en todo caso ¿Cómo saber si realmente lo único que quería dicho ente era dar esa lección?

La otra cara del diabloWhere stories live. Discover now