Risk it all » Tradley

Eight

For you I'd risk it all

Recuerdo el brillo que había en tus ojos antes de que salgamos de los camerinos, ¿cómo podría olvidar lo bello que se veía el azul de tus pupilas? Olvidar es perder, no puedo perder algo que siempre estuvo conmigo. Uno no pierde algo que siempre le perteneció, desde el comienzo me perteneciste.

Yo te pertenecía a ti, lo era aún cuando no nos conocíamos. Te estuve esperando todo este tiempo, esperando al dueño de mi corazón. Aquella persona que pueda sanarme cualquier herida, esperaba a la persona indicada para demostrarle mi amor.

La primera vez que te ví, lo primero que pensé fue que eras muy alto (o tal vez yo era muy bajo) y que tu cabello era muy rubio para ser natural. Sé que no esperabas que diga esto cariño, pero esa fue lo que se me ocurrió en el momento.
También admiré tus ojos más tiempo del necesario, sólo quería asegurarme que no eran de contacto.

Sí, al principio te vi cómo un modelo sacado de una revista de moda top para adolescentes.

Sin embargo, cuando te conocí... cuando escuche tu voz, cuando conocí tu historia y te escuché tocar me sentí completo. En ese instante no lo supe, pero desde el momento en que cruzaste la puerta estabas predestinado a terminar junto a mi. En cuanto asomaste tu lindo rostro en la sala, cariño tu no lo sabías, pero nos uniste de por vida.

Cuando todo comenzó, ya no podíamos detenernos.

Pasamos de besos ebrios a noches de hoteles, a abrazos madrugueros. Nos costo, ninguno quería aceptar sus sentimientos, eramos tan tercos y amantes de la adrenalina. Descubrimos un nuevo mundo juntos, dimos nuestros primeros pasos en el amor de la mano y nadie nunca nos va a poder hacer olvidar eso.

Lo fuimos todo.

Pero no podíamos ser así por mucho, cuando quisimos mostrarnos frente al mundo sin miedo alguien puso una mano en nuestras alas a la vez que repetía las miles de razones por las cuales no podíamos hacerlo.

La banda, los chicos, las fans.

A la mierda la banda, los chicos lo entenderán y las fans, ellas lo aceptaran, ellas lo harán. Debían entendernos, debían aceptarnos, no nos pueden odiar por amarnos ¿no? No merecemos su odio, no merecemos estar escondidos, no merecemos todo el dolor que pasamos en estos años.

Este dolor nos hizo fuerte, nos hizo lo suficientemente fuertes para dar el gran paso que ambos estuvimos preparando desde años sin saber siquiera cuando ocurriría. Sólo sabíamos que ocurriría.

Al tenerte tan cerca, sintiendo los miles de gritos y flashes a nuestro alrededor no podría estar más seguro de lo que haré.
El miedo, el odio, el dolor. Todo había quedado atrás, era la etapa penosa que debíamos olvidar para poder empezar de cero. Juntos.

—Bésame.

Sucedió tan rápido. Tus labios presionando los míos, generando esa sensación que ya no debía ocultar en mi interior. Los miles de gritos que se intensificaban en cuanto más pasábamos los segundos besándonos en aquel concierto.

Y lo supe, lo supe desde el momento que vi al pequeño Tristan Evans entrando inseguro a la sala de ensayos con sus manos temblando.

Supe que por ti, lo arriesgaría todo.

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¡Y este es el final!

Es corta, lo sé, pero ya saben que es la primera de muchas.
Mi foto trad fav en multimedia, besitos.