-Hola torita lista para irte a casa.-hablo Laura con su habitual entusiasmo.-Te traje ropa y un café.
-Sí por fin.-tenia una sonrisa de oreja a oreja.
-En casa te están esperando los chicos.
-Qué traman?, y que raro que Bruno no vino.-mi amiga me sonrió.
-Ay nada Mica.-río.- Bruno y las chicas están arreglado un poco tu departamento. Acordate que hace casi dos semanas que no vas, alguien tenía que limpiar.
-Sí tenes razón.
-¿Solo falta que te revise tu doctor.-levanto una ceja, yo reí.-¿Es guapo no Mica?
-No miro doctores.-ambas reímos.-Pero si es lindo.
-Sí lo es, no le digas a Bruno.
Cuando iba a contestar tocaron la puerta y era nada más y nada menos que Ramiro.
-Hola chicas.-sonrió.-Hora de revisar te así te doy el ok y te vas a casa.
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Al llegar a casa estaba todo oscuro, entre a la habitación y prendí la luz, todos salieron gritando ¡Sorpresa!.
Todos mis amigos estan, me saludan y felicitan por mi recuperación.
Entro a mi cuarto me arreglo un poco, maquillo mi pálida cara y salgo a festejar.
Busco a Laura y la encuentro de la mano con Bruno.
-Lau puedo hablar con vos.-ella asiente con la cabeza y nos alejamos un poco de la gente.-Te quería agradecerte por todo, te quiero.
-No hay nada que agradecer, te quiero más.-nos abrazamos.-Ahora toma esa copa con jugo y vamos a la fiesta.
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Estuve casi toda la noche bailando, riendo, divirtiéndome como hace tiempo no lo hacía. Están todos, ex compañero de facultad, de mi trabajo, amigos de la infancia.¡Todos!
Ahora estaba tomando un poco de aire en mi balcón, disfrutando de las estrellas.
-Confio en que esa copa no tenga alcohol.-jna voz conocida mesaca de mis pensamientos, me giro para ver quién es y mis ojos no creen quien ven....
