Una carta

Capítulo 1

-No quiero ir a lo de la tía, necesito estudiar- le dije a mamá en el auto, pero ella hizo oídos sordos
Miré por la ventana para apreciar el hermoso paisaje que había de recorrido al instituto; adoraba mirar y admirar los preciosos frutos de los árboles, su color era lo mejor, pensar en que si la ciudad fuera gris, las flores y los árboles le darían el color a la vida; llegando al instituto mamá se despide con un 'adiós' y la vista al frente, le verdad no me extraña que hiciera eso cada vez que me deja en el instituto
Me despedí sin más y salí del auto
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-Alumnos, hoy tendremos examen sorpresa... ¡Oh!, ya no es sorpresa- dice el más "querido" profesor de historias, para mi suerte, siempre presto atención a sus clases, no me será dificil el examen.
Después de unos cuantos minutos termino y se lo entrego al profesor, debo admitir que fue fácil
Pedí permiso para ir al baño y salí de aula; los pasillos del instituto eran como las típicas películas de terror, ya saben, las paredes descuidadas, la pintura con más de cien años, es para morir de angustia la verdad; al entrar al baño puedo ver a dos chicas hablando por lo bajo, solo las ignoré y me lavé las manos
Cuando estaba por salir una de las chicas me toca el hombro
-hola, ¿eres nueva en el instituto?- me preguntó la de ojos verdes
-No, ¿Necesitan algo? no tengo tiempo- respondí seca, estaba cansada y para favores no tenía tiempo
-solo queríamos pedirte si podrías mostrarnos el colegio después de clases, somos nuevas aquí... Y quizás nos hagamos buenas amigas- dijo la castaña, tenía pinta de ser la más escandalosa del mundo
-tendrán que disculparme, pero no estoy disponible para hacer tour por el instituto y sobre de ser amigas, estoy bien sola, gracias por su caridad- la verdad que no quería conocerlas, no quería que me terminaran decepcionando como todo el mundo, no las culpo, pero prefiero prevenirlo
Las chicas solo quedaron mirando, me di vuelta y me fui a clases
Pasaron los minutos como nada y ya era hora del almuerzo, como siempre, mi lugar es cerca de la ventana que da al patio trasero del instituto, como dije, admiro ver el paisaje, lo natural, apreciar cada detalle de la naturaleza
Terminé mi almuerzo e iba hacia el taller de música; al entrar pude ver mi lugar y fui hacia el
No habían muchas personas, éramos 20 alumnos, en el cual sólo 10 asistían, incluyéndome
Me anote en este taller porque un día en casa, entré al cuarto de huéspedes, allí había una cama, un armario y las pertenencias de papá, mamá los colocó ahí ya que no teníamos visitas que se quedaran días; en una esquina encontré un piano, según mamá, papá tocaba el piano y nos hacía hermosas canciones a mamá y a mí; cuando cumplí cinco años papá dijo que me regalaría su piano y me enseñaría a tocarlo
Cuando yo tocaba el piano era algo normal, pero cuando papá lo hacía, era mágico, era como estar en otro mundo, su melodía tan suave, calida y acogedora, me hacia sentir segura de todo, pero la felicidad no dura para siempre, todo cambio cuando cumplí los 6 años de edad
-Chicos, la profesora de música tuvo algunos inconvenientes y por X razones no podrá asistir hoy; los que tengan otro taller pueden esperar en la cafetería, los que no, se pueden retirar- una señora bajita, algo subida de peso y cabello completamente negro me sacó de mis pensamientos; según ella dice que la profesora no podrá venir a clases; no tengo otro taller así que iré a casa
Al salir del institito, cerca de la entrada, me puse a pensar sobre la profesora de música, ella nunca falta a una clase, quizás deba ir a su departamento a verla, me llevo muy bien con ella, es una persona excelente, pero eso no quiere decir que puedo confiar en ella
Decidida voy hacia la calle que me dirige a su departamento; ella es soltera, sin hijos aunque siempre me dijo que quería tener uno; a dos cuadras puedo ver a una mujer con un hombre, ella era algo baja, el le pasaba por una cabeza
Fui discretamente para no llamar su atención, como sospechaba... Era la profesora Emma Jhonsson
Al verla con escote, short, tacos, pintada hasta las orejas, no pude imaginarme nada más que una persona sociable con los hombres, en otras palabras "prostituta". La palabra es dura lo sé, pero es lo que es; pasé por su lado como si no hubiera nadie a mi alrededor y fui directamente a casa
decir que verla así me haya sorprendido sería algo estúpido, he visto y descubierto cosas peores, esto sólo seria una historia más a mi libro de cuentos
Recuerdo cuando mamá traía hombres diferentes cada día de la semana, al principio creí que eran sólo amigos, hasta que escuche y vi por primera vez lo que hacían en su habitación
Como sabrán, soy curiosa; no me arrepiento de haber visto eso, pude comprobar que no eran amigos
Saliendo de mis pensamientos veo mi casa no más de tres cuadras
Eran las 6 de la tarde, mamá llegaba a las 11 p.m., quizás más tarde, tiene muchos amigos, de seguro pasará la noche con ellos en algún bar... O habitación

Continuará...

Hola!, les traigo una historia en el cual me inspiré mucho en la vida de una joven que no tiene a su padre y su madre no le da la atención que se merece
Como dice ahí su madre la fue decepcionando desde muy chica, por el cuál ella es muy desconfiada con las personas, si lo único que tenía, su madre, la decepcionó, qué se espera de los demás que no son nada.
¡Espero que les haya gustado!
Estaré publicando el segundo capítulo éste miércoles
¡Gracias por leer!