Adiós mi ángel de sonrisa triste
Dulce, bondadosa, pero desdichada
No debiste sufrir tanto mi sol de la mañana
Malditos sean los cielos, que te condenaron a tal suplicio
No lo merecías, si daño a nadie le hacías.
Nunca podré olvidar tu sonrisa de niña triste
Que con toda la razón poseíste. Tus ojos negros
Que a tan poca edad, empapados de miedo estaban
Vulnerable en mis brazos te volviste, cual pájaro enjaulado, que solo en ser libre insiste.
Ya eres libre, mi ángel de sonrisa triste.
Tu pequeña mente enferma no te dañara, vuela alto
Y no regreses a este mundo desgraciado, que tu presencia
Nunca merecerá...